Siete de cada diez niños a los que se les diagnostica un cáncer antes de los 14 años sobreviven, aunque esta patología no es frecuente en los menores, ya que la cifra de afectados sólo representa un 3% del total de los tumores registrados en España. Así lo explicó ayer la coordinadora de la Unidad de Oncología Pediátrica del hospital Reina Sofía, Elena Mateos, quien añadió que el cáncer se puede considerar una enfermedad "rara en la infancia y adolescencia".

La Unión Internacional contra el Cáncer ha publicado un infor con motivo de la celebración hoy del Día Internacional de lucha contra el Cáncer, que este año está dedicado a las víctimas infantiles de la enfermedad, en el que se señala que este mal es la segunda causa de mortalidad en los menores, después de los accidentes.

En el estudio se revela que entre los niños es la leucemia linfoblástica aguda, que ataca las células de la médula ósea encargadas de la producción de linfocitos, uno de los cánceres más prevalentes, seguida de los tumores que afectan al sistema nervioso. La doctora Mateos señaló que en los últimos tiempos está aumentando el número de registros de cáncer infantil, una realidad que tiene su causa en que "cada vez las técnicas diagnósticas son mejores y más rápidas, por lo que llegamos a tiempo en más casos".

Por la Unidad de Pediatría Oncológica, que se inauguró hace más de dos años en el centro hospitalario cordobés, han pasado unos 50 menores, a los que se les aplica las mismas técnicas de tratamiento que a los adultos: quimioterapia, radioterapia y cirugía. Se pretende que el tratamiento a los menores sea, no obstante, "más cómodo", por lo que se persigue que el enfermo pase el menor tiempo posible en el hospital para "no romper la estructura familiar".

Con motivo de la celebración del Día Mundial del Cáncer, la Asociación Española Contra el Cáncer ha editado un material didáctico para los pequeños afectados por esta dolencia y para sus familias, dentro del programa Vencer jugando , explicó la presidenta de la Asociación en Córdoba, María Luisa Cobos. Con libros y cuentos se explica a los niños la enfermedad y el tratamiento, y se les ayuda a superar los momentos más duros.

DETECCION PRECOZ El factor genético, según la doctora Mateos, es muy escaso en el desarrollo de esta patología por lo que tampoco es frecuente que estos pacientes vuelvan a padecer un carcinoma en la edad adulta. La detección precoz de este tipo de patologías es una de las herramientas fundamentales para que el paciente sobreviva.

Entre los síntomas más frecuentes en los menores que pueden llegar a desarrollar un cáncer están la masa abdominal anormal o inflamada, fiebre prolongada y sin causa aparente, palidez, pérdida de energía y de peso rápida, unas afecciones que se registran en el 85% de los casos.

La labor del pediatra, según Mateos, es fundamental a la hora de detectar estos síntomas, a los que pueden unirse dolores de cabeza persistentes, vómitos, formación de hematomas con facilidad de sangrado sin causa aparente, hinchazón en la cabeza y brillo blanco en los ojos.