"No nos interesa saber lo que ha costado, nuestra ambición es hacer bien las cosas, no es cuestión de dinero". Así zanjó Rafael Gómez las preguntas sobre la inversión del hospital privado Xanit, un negocio al que --si se cumple su conocido olfato-- le ganará dinero, pero en el que ha puesto un interés que va mucho más allá del mercantil. Gómez estaba ayer emocionado con un acto inaugural en el que estuvo arropado por los suyos --familiares, su esposa, Loli, sus hijos y hasta uno de los nietos--, pero también por la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, que se deshizo en elogios; por la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar (estaban también los concejales Luis Rodríguez, Rosa Candelario y Fátima de la Peña, del PP), y por alcaldes y tenientes de alcalde de los ayuntamientos de la Costa del Sol, desde Estepona hasta Nerja, encabezados por el primer edil de Benalmádena, Enrique Bolín. Médicos cordobeses, como el jefe de Pediatría del Reina Sofía, Juan Luis Pérez Navero, y del Carlos Haya de Málaga, entre otros hospitales, empresarios cordobeses, como el constructor Angel Marín, Juan Machín, o el presidente del sector del mueble, Manuel Aranda. Y numerosos joyeros, como Rafael Callejas, Juan Jiménez y el gerente de la asociación, Rafael Rodríguez... Y hasta el vicepresidente europeo de General Electric, Richard de Benedetto (así habrá gastado Xanit en tecnología). Extrañó la presencia del catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo, hasta que se supo que, con Amparo Rubiales, asesora a Gómez.

Estaban la presidenta y vicepresidenta de la Asociación contra el Cáncer de Córdoba, María Luisa Cobos, y María José Acedo. Por Cajasur, el director general adjunto, Francisco de Asís Rodríguez, y bendijo el hospital el ex presidente de la caja y Prelado de Honor del Papa, Miguel Castillejo. Entre los periodistas, el cordobés Rafael Cremades, entre los alcaldes, el de Encinas Reales, y, entre los colaboradores de Gómez, Juan Mata atendiendo a todo el mundo. Y Javier Campos, que superó el reto de servir una copa a cerca de 1.400 personas.