Unas 100 visitas al día están programadas en el Jardín Botánico a lo largo de esta semana, en la que se celebra la V Semana de la Ciencia. Quienes hayan ido ya o vayan a ir a este centro tienen la posibilidad de disfrutar de una serie de actividades que han comenzado con motivo de esta celebración, a la que se ha sumado por segundo año consecutivo el Botánico. Una de las iniciativas estrella de esta semana están siendo las rutas temáticas, organizadas por técnicos del jardín, que tienen la ventaja de ofrecer a los visitantes un guía especializado para saciar su curiosidad.

A cargo de Carmen Jiménez está la ruta Arboles Frutales del Mediterráneo , que pretende dar una visión global de las principales especies frutales de los países de la cuenca mediterránea, haciendo hincapié en su historia, su uso, su llegada a la península Ibérica y su origen. Así, los visitantes pueden saber que los ciruélos, por ejemplo, son una especie autóctona domesticada en la prehistoria, al igual que los cerezos; mientras que otras como la higuera y el algarrobo proceden de Oriente Próximo. Además, el caso del olivo es especialmente curioso, según Jiménez, ya que "se encontraba en los bosques peninsulares en estado silvestre, y luego su cultivo fue introducido por civilizaciones antiguas".

No son los únicos casos, ya que la guía también introduce la historia de otros árboles frutales como los cítricos, el pistacho, el nogal y los subtropicales de origen americano, la palmera y otras más característicamente ibéricas como el azofaifo y el acerolo. La ruta pasa por instalaciones del Botánico como el Arboretum, la Escuela Botánica y la Escuela Agrícola.

La otra ruta, guiada por el técnico Alfonso Jiménez, tiene como hilo conductor las especies en peligro de extinción de la península, ofreciendo toda la información necesaria sobre cuáles son las situaciones que influyen en la amenaza y qué se está haciendo para mantener estas especies. Precisamente, esta ruta acaba en el recién estrenado Módulo de Interpretación del Banco de Germoplasma, único en Andalucía, donde se mantienen semillas, colecciones de plantas in vitro , ejemplares crioconservados, bancos de ADN y colecciones de campo. Este centro tiene un papel importante en la conservación de las 4.000 especies florales existentes en Andalucía, que supone el 60 por ciento de la biodiversidad peninsular. Una de las principales curiosidades de este módulo es la muestra de diversos tipos de semillas, y de una simulación de su mantenimiento bajo tierra. Antes de salir del Botánico, la sala de madera invita a reflexionar, con una colección fotográfica centrada en la flora y fauna costarricense, sobre la importancia de luchar por mantener la biodiversidad, con políticas de apuesta por la naturaleza como las que está llevando a cabo este país centroamericano.