La Federación de Comercio de Córdoba consiguió ayer arrancar a los sindicatos UGT y CCOO la firma de un comunicado de mínimos sobre la negativa de este sector a la apertura de un Hipercor en Turruñuelos.

Aunque el contenido literal del comunicado no ha trascendido, porque los firmantes han remitido a los medios una escueta nota, en el mismo se insta a las instituciones a que "rechacen la instalación de una gran superficie en nuestra capital, si como creen los firmantes rompe el equilibrio comercial en Córdoba", sin llegar a nombrar en ningún momento a El Corte Inglés.

En base a esa ruptura del equilibrio del sector gira toda la argumentación del documento, según todas las partes consultadas. A juicio del presidente de Comercio Córdoba, Francisco Román Amor, "actualmente el equilibrio comercial es perfecto y abrir una nueva superficie sería peligroso porque mandaría a desempleo" a mucha gente. Román Amor incidió en que no ha crecido la demanda comercial, asegurando el presidente del sector que será en los pueblos donde causaría mayores daños, sobre todo en los comercios de la zona norte.

Antonio Vacas, de UGT, también considera equilibrada la situación del comercio en la provincia, sobre todo en materia laboral y de convenio, e indica que todo lo que suponga un cambio en esa situación podría ser perjudicial para los trabajadores del sector, tanto en estabilidad como en condiciones laborales. Vacas explicó que por eso se ha firmado el documento, defendiendo la filosofía de que las administraciones deben ver la posibilidad de que eso ocurra, para evitarlo.

Por su parte, el responsable de Comercio de CCOO, Jesús García, expuso que no existe nada que justifique una nueva gran superficie debido a que no ha crecido la población y coincidió con Román Amor en que sería el comercio de la zona norte de la provincia el que más sufriría las consecuencias.

A pesar de todo, el acuerdo, que al parecer hace alusión también a que las administraciones no acepten chantajes de condicionar unas inversiones por otras, no es tan beligerante como en principio se podría esperar. Esa dulcificación de los términos y la no alusión directa al Corte Inglés ha hecho posible que los sindicatos accedan a suscribirlo.