La numerosa familia salesiana de Córdoba vivió ayer una jornada importante: no sólo celebró el cincuentenario de la inspectoría que, desde nuestra capital, coordina y dirige los centros y comunidades de esta congregación en Andalucía Oriental y Canarias, sino que contó con la presencia del rector mayor de los salesianos, el mexicano Pascual Chávez, a quien se unió, poco después del mediodía, el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo. Y por si fuera poco, un azar casi imprevisto --los cristianos llaman a esto "providencia"-- unió en el mismo día la llegada a nuestra ciudad del rector mayor y de la imagen de María Auxiliadora, después de varios meses en Madrid donde ha sido restaurada en los talleres de Cruz Solís.

La jornada comenzó en la iglesia de María Auxiliadora, donde se congregaron varios cientos de personas --en su mayor parte representantes de los distintos movimientos de la familia salesiana-- para asistir a una misa presidida por Pascual Chávez y concelebrada por medio centenar de sacerdotes.

Contemplar el pasado para dar gracias, afrontar el presente para consolidar el carisma de Dom Bosco y preparar el futuro para seguir adelante con la misión evangelizadora fueron las consignas principales de la homilía del rector mayor, que no olvidó que "la situación política, social y religiosa en Córdoba y en España es hoy muy distinta a la que era hace medio siglo"; también diagnosticó que "la juventud actual es más sensible a ciertos valores, pero mucho más indiferente a otros".

Efeméride solidaria

En la misa, se hizo entrega a Pascual Chávez de una aportación solidaria de 30.000 euros, ofrecida por la inspectoría de Córdoba, "para los fines que la orden considere oportunos", aunque pidió que al menos una parte se destinara a la restauración de la basílica de María Auxiliadora en Turín y otra a los damnificados por las catástrofes naturales de Asia.

Vino luego el acto académico en el salón de actos, con reconocimientos para los salesianos que celebran este año sus bodas de oro o de plata. No faltaron, de acuerdo con el espíritu salesiano, ni los poemas ni la música ofrecidos por jóvenes alumnos del colegio, pero los aplausos más fuertes y las emociones más intensas fueron para tres jóvenes salesianos: Antonio Sánchez (98 años), Ignacio Fernández (84) y Luis Hernández (83).

Al final se unió al acto el obispo, Juan José Asenjo, que felicitó a los hijos de Dom Bosco y les recordó que la diócesis de Córdoba "cuenta con los salesianos, que están bien insertados en la pastoral diocesana"