Entre los 4.500 campusers que participan este año en la octava edición de la Campus Party, no podía faltar la presencia de unos quince cordobeses, entre capital y provincia, ya que algunos de ellos provienen de Villaviciosa, Lucena, Priego de Córdoba,etc. Unos en coche particular y otros cuantos en tren llegaron el pasado domingo a la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia para disfrutar durante una semana del mayor evento informático del mundo.

En el puesto 9 de la fila 28 de la sala de ordenadores se encuentra Samuel Espinosa Neroriper , un campusero cordobés que por segundo año acude a la Campus Party. Según Samuel, cualquier situación del campus resulta curiosa, "de repente te puedes encontrar un ordenador echando humo, dos ordenadores físicos metidos en una misma cpu, luces de obra adornando equipos". Asimismo Neroriper reconoce que esta fiesta del ciberespacio "es el único sitio donde se dan los mejores ordenadores modding, que son capaces de dejar boquiabierto a cualquiera que los vea".

Además de jugar en red, conectarse a internet, acudir a cursos de informática y astronomía, Samuel destaca de su estancia no sólo conocer gente nueva, sino también reencontrarse con campuseros de diferentes puntos del país e "intercambiamos conocimientos y cultura, en unos días en que la tecnología es el punto de mira". Sin embargo, como único inconveniente de este año Neroriper lamenta la mala organización y la falta de seguridad en algunos momentos, y destaca que "parece ser que avanzan en cantidad y retroceden en calidad".

En la edición de este año la organización ha apostado decididamente por la formación, dedicando más tiempo del programa a conferencias y talleres. Desde el acto inaugural, Samuel ha estado presente en las principales ponencias como la ofrecida ayer por Pedro Farré, responsable de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) sobre la piratería audiovisual y discográfica en España, y en la que, según Samuel, su pudo constatar de forma evidente la tensión generalizada entre la totalidad de los campuseros y la SGAE, "cuyos representantes no se muestran muy motivados a un intercambio de opiniones".

Desde su puesto en la sala de ordenadores, Neroriper anima a los cordobeses a disfrutar el año próximo de la Campus, la cual "no es una red de ordenadores, sino una red de personas".