14.00 horas: El horario de mañana (?)

A la hora fijada para salir a comer, la actividad en la guardia está a tope. Las comparecencias siguen su ritmo y todavía hay personas en el pasillo. El horario que marcan las normas figura sólo en el papel, ya que, según el personal, rara vez pueden salir a esa hora para almorzar.

La tónica de trabajo es la misma en casi las tres horas siguientes, en las que se resuelven la mayoría de los trámites y se procede al señalamiento de juicios para los días siguientes.

Los funcionarios van saliendo escalonadamente a partir de las 15.30 horas, según terminan la tarea que tenían encomendada.

17.00 horas: El horario de tarde (?)

La juez se ha ido a las 14.40 horas y diez minutos después ha salido el oficial para tomarse un bocadillo y poder estar en su puesto a la hora señalada. La tarde promete ser más tranquila que la mañana, aunque un transeúnte espera en pleno sol a la puerta del juzgado a que abran para denunciar que "se están quedando con el dinero de la comida" en el centro donde está albergado. El policía de guardia le indica el camino a la comisaría y el hombre enfila hacia la avenida Doctor Fleming poco convencido de lo que le ha dicho el agente.

Las dependencias están en silencio: ya no hay nadie en los pasillos y a los atracadores se los llevó la policía. Mañana volverán para continuar con las diligencias.

El trabajo ahora es bien distinto, es papeleo que hay que dejar preparado para el día siguiente, además de atender el teléfono.

La juez llama sobre las 18.00 horas para saber si hay nuevas incidencias y le comunica al oficial que estará allí dentro de tres cuartos de hora. Una vez en el juzgado, la magistrada firma --entre otras-- una orden de detención para el conductor que no ha aparecido y se envía el escrito a las fuerzas de seguridad. También prorroga el arresto de los atracadores al no poder visionarse el vídeo y repasa los expedientes.

20.45 horas: Cierre con retraso

45 minutos después de lo estipulado, el juzgado de guardia cierra sus puertas. A lo largo de los ocho días de turno, el juzgado de Instrucción número 6 no ha cumplido su horario, llegando el miércoles a finalizar su jornada pasadas las 21.30 horas.

Ni siquiera el sábado, con jornada sólo de mañana, fue tranquilo. Nueve detenidos fueron puestos a disposición judicial.

La junta de jueces ha denunciado en numerosas ocasiones la situación que se vive en este servicio ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Este organismo recomienda que los juicios rápidos se acumulen para el octavo día de guardia, pero los jueces de Córdoba van celebrando estas vistas a diario porque sino "se colapsaría el juzgado", según comenta la titular del número 6.

La solución vendría dada con dotar a la ciudad de un nuevo juzgado de Instrucción, que sería el octavo, y de esta manera poder establecer un servicio de 24 horas y afrontar las causas penales con tranquilidad y sosiego. Esta intención de la junta de jueces choca frontalmente con las premisas del CGPJ, que argumenta que el número de procesos no cumple los módulos establecidos. Que se lo digan a los que acuden a la guardia y a quienes trabajan en ella.