El 80% de los fraudes relativos a teléfonos de tarifación adicional (los famosos 803, 806 y 807) se realiza a través de internet, según aseguró ayer el representante de las asociaciones de consumidores en la Comisión de Supervisión de los Servicios de Tarifación Adicional, Eugenio Ribó.

Ribó, que impartió ayer en Córdoba un seminario para formar a técnicos especialistas en consumo en la Junta Arbitral Municipal, señaló a este periódico que estos fraudes se producen cuando un usuario está navegando por internet "y desde una página se le descarga a su ordenador, sin su conocimiento ni su consentimiento, un marcador o dialer que cambia su conexión a internet". Desde el momento en que el programa es descargado al ordenador, todas las conexiones a internet se realizarán a través de un teléfono de tarifación adicional, lo que dispara la factura telefónica del usuario.

FACTURAS DE INFARTO El representante de los consumidores explica que estos marcadores provocan que una factura bimensual con una media de dos horas de conexión diaria en una franja intermedia de precio ascienda hasta los 8.400 euros (1,4 millones de pesetas).

Los servicios de tarifación adicional de voz (a través de llamadas telefónicas normales) ocupan el otro 20% de las reclamaciones de los consumidores. La mayoría de estas estafas, según Eugenio Ribó, "se producen a través de falsas promociones". Así, los ciudadanos reciben una llamada en la que les aseguran que obtendrán "seis meses de llamadas gratuitas o una cesta de jamones, un viaje o cualquier otro premio" si llaman a un teléfono de tarifación adicional. Ribó comenta que "para que los usuarios no desconfíen, rompen el bloque de numeración para que no se perciba el prefijo 806, es decir, lo dan como 80 65...".

Muchos de estos fraudes se producen también a través de concursos de televisión en los que se lanza a los espectadores una pregunta muy sencilla que tienen que responder a través de un 806. Los confiados televidentes que llamen engrosarán la factura del prestador de servicios.