El consejo de administración de la sociedad Rabanales 21 aprobó ayer por unanimidad el plan parcial del parque científico-tecnológico, que pondrá a disposición de las empresas que quieran desarrollar I+D una superficie edificable de 278.216 metros cuadrados útiles. Con la aprobación del diseño y planeamiento urbanístico del parque, Rabanales 21 dio ayer un importante paso en su desarrollo, ya que se espera que el Consejo de la Gerencia de Urbanismo le dé el visto bueno el 30 de marzo y la junta de Gobierno Local lo apruebe el 2 de abril. A partir de ahí, según fuentes de la sociedad, será la Consejería de Obras Públicas la que tendrá en sus manos la agilización de sus trámites.

El plan parcial de Rabanales 21, elaborado por la empresa Ingesa bajo la coordinación del equipo de arquitectos de González Fustegueras, ofrece un diseño "innovador, moderno y está acorde con el entorno", según dijo ayer el delegado de Empleo y Desarrollo Tecnológico, que preside la sociedad gestora. Explicó que el 15% del suelo se destinará a espacios libres y otros 25.152 metros cuadrados se dedicarán a equipamientos.

DISEÑO INNOVADOR La propuesta urbanística aprobada por el consejo de administración tiene en cuenta el acusado desnivel del terreno, así como la presencia de dos vías del ferrocarril, lo que subdivide el parque en tres áreas diferenciadas. Para la integración de las tres áreas se propone una gran avenida central en dirección norte-sur, en torno a la cual se establecen las parcelas, en las que se podrán edificar edificios de, como mínimo dos plantas. Sólo habrá un edificio singular de 8 plantas, a la entrada del parque, que será su gran referente, y otro único de seis plantas en el otro extremo del recinto. Como refirió un miembro del Consejo de Administración, se ve claro la ausencia de naves, lo que debe disipar cualquier duda respecto a la posible conversión de Rabanales 21 en un polígono industrial, como se le ha criticado por algunos sectores universitarios, ya que las empresas que se instalen en los edificios del parque deberán tener "producciones cortas y suaves con el medio ambiente". Amplios viales y numerosas zonas verdes completan un parque para la transferencia de investigación que contará con otra característica especial, un apeadero de ferrocarril, lo que le convertirá en el "único parque tecnológico de España con acceso ferroviario", según dijo Andrés Luque. Además, el recinto dispondrá de 8.700 plazas de aparcamiento, la mitad de ellas en superficie.