Un año estábamos esperando para festejar otra Nochevieja. Y por fin llegó el último adiós para el 2003, una noche de brindis, deseos y las fiestas más sonadas del año. En Córdoba, la entrada del 2004 tuvo un marcado sabor flamenco. Unas campanadas al compás del rasgueo de la guitarra de Juan Serrano dieron la bienvenida a ritmo de soleá al nuevo año, un esperado comienzo que más de diez mil personas celebraron en la plaza de las Tendillas. La última campanada dio paso a un gran espectáculo de fuegos artificiales, que, junto a los cañones de luz instalados en el centro de la ciudad, iluminaron una noche muy especial. Cuatro números, 2004, aparecieron con fuerza debajo del reloj de Las Tendillas y una nube de nieve y confeti se precipitó sobre las personas que se congregaron en la plaza para festejar la Nochevieja.

Córdoba se echó a la calle para compartir la ilusión y la alegría alrededor de una restaurada estatua del Gran Capitán, que fue testigo de una macrofiesta organizada por el Ayuntamiento de la ciudad que se prolongó hasta la madrugada. Desde primeras horas de la noche, numerosos cordobeses disfrutaron de 40.000 watios de sonido y 100.000 watios de iluminación, en la que no faltaron máquinas de humo y rayos láser, un espectáculo que, según el concejal de Ferias y Festejos, Marcelino Ferrero, "ha contado con un ambiente magnífico y un público muy familiar". Ferrero, quien valoró positivamente una fiesta que vio cumplidos sus objetivos, destacó la plaza de las Tendillas como un lugar emblemático en toda Andalucía, "ya que es la ciudad andaluza que congrega a más personas en un lugar para celebrar el fin de año", y manifestó sus intentos por mejorar aún más el programa del próximo año. Para el 2004, Ferrero pidió "el uso de la inteligencia por parte de los dirigentes políticos para dialogar y planificar un mundo sin violencia en el que todas las personas tengan unos mínimos cubiertos".

Junto al showman Teco --Caña Brava--, el cuerpo de baile del grupo Future Dance y una selección de música disco del D´J Calvo --José Salazar--, el escenario de Las Tendillas contó con la actuación estelar del cantante King Africa, quien interpretó temas tan conocidos como La Bomba , A bailar o El mete mete . Una noche en la que no faltaron los deseos, como los de Manuel Navas, un estudiante de 25 años que pedía para el 2004 terminar sus estudios, además de trabajo, salud y la paz mundial. También había peticiones curiosas y anecdóticas, como una habitación "en la casa del Príncipe Felipe", a la que Manoli Delgado, de 24 años, añadía salud para su familia y poder dejar de fumar. Ambos coincidían en la acertada organización y el buen ambiente creado en la fiesta con la que el Ayuntamiento de Córdoba celebró el fin de año.

Tampoco faltaron los altercados, aunque sin importancia, cuando los asistentes a la fiesta alertaron a los agentes que prestaban servicio en la plaza de que había una persona maltratando a un perro que también azuzaba contra la gente. Ante la negativa del hombre a abandonar su actitud, tres miembros de la Policía Local procedieron a su detención, a lo que el detenido opuso gran resistencia, llegando a causar lesiones leves a los agentes y a romper una ventanilla del vehículo policial.

Atrás quedan los conflictos bélicos, los casos de violencia de género o la siniestralidad en las carreteras. Para el 2004, todos pedimos un mundo mejor, una vida repleta de salud, paz y amor, así como la armonía en convivencia entre las personas. Unas aspiraciones que, la noche de fin de año, se dejaron ver en la plaza de las Tendillas. Una ilusión que, en el 2004, esperamos ver cumplida junto a nuestros mejores deseos.