Mientras la noticia del cierre del clásico comercio Los Sánchez --publicada por Diario CORDOBA el pasado jueves-- sigue causando sorpresa y nostalgia, la memoria clara de Antonio Sánchez García, su fundador allá por 1934, ha revivido para este periódico los avatares de la etapa en la que él lideró el establecimiento.

Con 94 años de edad, Antonio Sánchez García ciñe sus explicaciones a su etapa al frente de Los Sánchez. Corrían los primeros días de marzo de 1939 cuando él y otro compañero de oficio, Rafael Pintor Rodríguez, se asociaron y el padre del primero compró un establecimiento en la calle Gondomar, 10, que se dedicó a la venta de ultramarinos finos. "Allí empezó el negocio --relata-- y siguió in crescendo durante los años 1934, 1935 y 1936".

AÑOS DE ESCASEZ

La Guerra Civil no les fue ajena y les tocó de lleno con la escasez de víveres. En ese punto, Antonio Sánchez García planteó a su padre y hermanos la necesidad de cambiar de rumbo para no caer en la bancarrota. El giro propuesto fue la dedicación a la confitería.

A partir de 1941 y hasta 1960, Sánchez se introduce en la hostelería y se convierte en el restaurador pionero más solicitado en la capital y la provincia para todo tipo de celebraciones sociales (desde las de las más altas personalidades políticas y culturales hasta las de clase media). Tanto es así que, aunque la ciudad en pleno año 2003 aún no ha reconocido formalmente su trayectoria empresarial, los que regentan los mejores restaurantes de Córdoba aseguran ser directos seguidores suyos.

Preocupado por ampliar campo, creó las fábricas de caramelos Kybi y Almagro. En los años 70 llegó la adquisición del local en Concepción, 6, que el prestigioso arquitecto Juan Cuenca somete a una llamativa remodelación.

La filosofía esencial que este emprendedor imprimió a Los Sánchez fue la atención al cliente y la primerísima calidad de los productos. No recortar ingredientes ni cantidades le valieron la fama en todos los platos y dulces que elaboró. Hace 25 años, sus hijos le suceden en el cargo y, de 1992 en adelante, dejan el relevo a la actual cooperativa, que, con el permiso de los anteriores dueños, mantuvo el nombre y la imagen del negocio hasta su cierre esta misma semana. El lema que abanderó Los Sánchez sólo permanece vivo ahora en el autoservicio Las Tendillas (en la céntrica plaza), a cargo de Pilar Sánchez, su hija.