¿Qué papel debe asumir la juventud en la nueva evangelización?

--Se podría decir que "todo el papel" y éste se desdobla en dos planos. Uno es el preocuparse para poder servir bien, con eficacia: los jóvenes deben prepararse bien humanamente, con sus estudios, etcétera, para ser al cabo de los años buenos instrumentos en cada una de las profesiones; y prepararse bien sobrenaturalmente con la oración, la dirección espiritual y la formación en la doctrina, la celebración de los misterios de la fe y recepción de los sacramentos. Con el tiempo --que pasa veloz--, los cristianos que hoy son jóvenes estarán a la cabeza de sus hermanos, con toda la responsabilidad y el gozo de poder ayudar a los que vienen detrás. Que se preparen bien, pues, y que sepamos ayudarles en este camino. El otro plano es el de su evangelización hoy, que es inseparable de esa preparación para el mañana --que andar se aprende andando , y a evangelizar evangelizando --: son ellos los que pueden con coherencia de vida, su carisma, su alegría, su amistad generosa, contagiar a sus amigos el amor a Jesucristo y pueden ya vivir la abnegación en servir a tantos otros jóvenes menos favorecidos y a los ancianos y enfermos... El tesoro del tiempo deben aprender a usarlo en servir.

¿Qué vinculación tiene en la actualidad con Córdoba?

--La presencia en Córdoba de algunos parientes y amigos de familia. También la amistad personal con el obispo, don Juan José Asenjo, a quien estimo mucho. Y una vinculación afectiva: aunque por cuestiones de estudio, primero, y después por el servicio a la Iglesia, llevo muchos años alejado de Córdoba, siempre he conservado en el corazón un recuerdo vivo y entrañable de mi tierra.

Córdoba es una provincia donde tienen mucha incidencias las cofradías, ¿qué papel cree que deben jugar?

--La piedad popular de la Semana Santa tiene sus raíces y se manifiesta en una fe honda que se proclama públicamente --igual que de un iceberg sólo emerge una pequeña parte--, esas manifestaciones de fe tan estupendas deben responder a una fe vivida profundamente durante todo el año. La contemplación del misterio de la Pasión de Cristo, el amor a la Virgen Dolorosa, la adoración de la Eucaristía instituida por Nuestro Señor la noche del Jueves Santo, son el centro de tantas cofradías que facilitan un encuentro personal con Cristo de cada uno de los cofrades y de los fieles que participan en esas sentidas manifestaciones de piedad: exigen coherencia de vida. La contemplación del misterio de la Cruz ha hecho muchos santos, y en ellos hemos de estar cuando tratamos con los misterios de la Pasión: vivir la pasión para vivir la vida de los santos.

El Ayuntamiento de Baena ha acordado rotularle una calle. ¿Qué supone para usted?

--Un honor no merecido que aprecio como una manifestación de delicadeza y cariño por parte de los hijos de la ilustre ciudad de Baena.

¿Tiene pensado visitar Córdoba en próximas fechas?

--En próximas fechas no lo sé, porque no depende de mí. En cuanto me sea posible, sí. Pero no podría aventurar fechas, pues son muchos los empeños en los dicasterios de la Curia Romana que me retienen aquí.

¿Qué recuerdos tiene de Baena?

--Salí de Baena cuando era aún muy pequeño. No tengo, pues, muchos recuerdos pero los que conservo están llenos del candor de la infancia. Son recuerdos de un niño que abre sus ojos ante un mundo, en una tierra además como la andaluza Baena, llena de luz y de vida. Los recuerdos de un hogar y de una tierra cristianas que son ciertamente estupendos.