Cerca de tres centenares de árboles de las calles de la ciudad se han perdido irremisiblemente durante la pasada ola de calor del mes de agosto, una pérdida a la que, contando sólo el aspecto ecónómico, hay que sumar el esfuerzo de dos cuadrillas de operarios municipales que el área de Infraestructuras ha tenido que habilitar para realizar riegos de emergencia, informa la teniente de alcalde Rosa Candelario tras realizar un balance de los daños.

Incluso actualmente, aunque ya no se sufran las altísimas temperaturas vividas en agosto, continúa aumentando la cifra de árboles que se van secando, ya que si bien los ejemplares muertos rondan las tres centenas, el número de árboles que han sufrido daños más o menos considerables es muy superior. Angel Lora, especialista de este servicio municipal, recuerda que la cantidad de ejemplares que se han secado es tres o cuatro veces más que la media de un verano típico, y todo ello a pesar del esfuerzo económico, humano y material realizado.

Las especies que más han padecido han sido las de características más delicadas, como el llamado árbol del coral o las acacias del japón, aunque, en general, todo el arbolado urbano se ha visto afectado por la ola de calor que durante veinte días consecutivos hizo que se registrasen en Córdoba máximas entre 40 y 46,2 grados. Respecto al censo total de árboles plantados en alcorques, el número de ejemplares muertos es de uno por cada doscientos, cifra que se incrementará con aquellos árboles aún vivos pero tan dañados que no sobrevivirán.