La Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía abrió ayer las cuatro ofertas de constructoras y uniones temporales de empresas que optan a la remodelación del entorno de La Calahorra, la primera de seis intervenciones sucesivas que, a lo largo de tres años, recuperarán y pondrán en valor el entorno del Puente Romano, desde la plaza de Santa Teresa hasta la Puerta del Puente. Sin embargo, esta noticia positiva llega en un delicado momento, en vísperas de una inspección de la Unesco de la zona Patrimonio de la Humanidad y sin que se haya informado, como es preceptivo, de las intervenciones realizadas y previstas.

El proyecto de la Junta, diseñado por el arquitecto Juan Cuenca, es la mayor intervención en Europa en un área declarada Patrimonio de la Humanidad, una amplia zona protegida internacionalmente según la resolución de la Unesco de Bangkok del 15 de diciembre de 1994, que acordó extender la calificación de Patrimonio de la Humanidad de la Mezquita (nombrada en 1975) a un área que va desde el Alcázar Viejo hasta la calle San Fernando y desde la calle Juan Valera (al Norte) a La Ribera y, pasando el río, hasta La Calahorra. El apartado 56 de las Orientaciones de la Unesco obliga a que el Estado informe al "Centro de Patrimonio Mundial de todo plan de construcción suceptible de tener incidencia sobre un lugar Patrimonio Mundial", dice una reciente resolución sobre una ciudad española también Patrimonio de la Humanidad, concretamente Avila, y cuyo nombramiento está reconsiderando la Unesco debido a una polémica construcción.

En el caso de Córdoba no existe tal polémica ya que el proyecto de Juan Cuenca es extraordinariamente respetuoso con la zona a reformar y no ha generado crítica alguna. Sin embargo, el delegado de Obras Públicas, Francisco García, reconoció ayer que la Administración central no ha recabado la información sobre el proyecto que preceptivamente hay que remitir a la Unesco.

La situación pone en entredicho la declaración para Córdoba (volviendo al caso de Avila, se ha llegado a replantear su nombramiento) y, además, crea un conflicto de competencias. Por un lado, el Ayuntamiento es el principar valedor de la declaración de Patrimonio de la Humanidad, máxime cuando Córdoba es sede de la Secretaría del Grupo de Ciudades Patrimonio Mundial del Sur de Europa. Por otra parte, la Junta es la impulsora de la reforma y, en último lugar, la Administración central es la única competente ante la Unesco.

Para colmo, el Ayuntamiento espera en breve la visita de inspectores de la Unesco para conocer el estado y evolución de la zona que se declaró Patrimonio de la Humanidad, a los que previsiblemente no sólo habrá que informar de la próxima reforma que iniciará la Junta, sino también de otras intervenciones en la zona desde 1994, como el Plan Urban y la reforma de La Ribera (realizada por el Ayuntamiento con fondos de la UE), el encauzamiento del río (que acomete la Confederación Hidrográfica y el Ministerio de Medio Ambiente), obras puntuales en plazas y calles, etcétera.

LA PRIMERA OBRA

Respecto a la obra de la Junta para recuperar el entorno de La Calahorra, los técnicos estudiarán las ofertas recibidas hasta que el día 25 se abran las plicas económicas y se adjudique la obra. Los cuatro competidores para este proyecto, con un presupuesto de licitación de 1.147.134 euros son las uniones temporales de empresas (UTE) formadas por Freysinet SA y Necso Entrecanales y Cubiertas; Ecasur 10, Ros Zapata SA y Talleres Llamas SA; Proyectos y Construcción Exagayca y Proyectos y Obras Civiles SA y, por último, la empresa Acsa en solitario. Esta obra obligará a cortar el acceso al Puente desde La Calahorra, circunstancia que, según anunciaron responsables municipales, se aprovechará para cerrar definitivamente al tráfico el bimilenario monumento.