Un auténtico punto de encuentro cultural con espacio propio en la ciudad

A lo largo de todo este tiempo, el Conservatorio ha ido adaptándose a los cambios, tratando de satisfacer las demandas que, desde el sector del alumnado, se han ido generando.

Diario CORDOBA ha premiado al Conservatorio con el galardón de Cordobeses del año , por su labor ininterrumpida durante todos estos años, y por tratarse de un ente, que no sólo se yergue como uno de los principales focos en lo que a formación musical se refiere en Córdoba, sino por constituirse como punto de encuentro con espacio propio en la vida cultural de la ciudad.

El que es su director, Juan Miguel Moreno Calderón, considera que este reconocimiento que se hace ahora al centro es "un acicate para seguir en la misma línea de esta historia centenaria".

El Conservatorio ha sabido adaptarse a los cambios sociales y culturales que se han ido produciendo. ¿Podría contarnos, a grandes rasgos, cuál ha sido su evolución?

--Antes de la creación del Conservatorio existía una sección musical (creada en 1885) en la Escuela Provincial de Bellas Artes, dirigida por Rafael Romero Barros. Posteriormente, en 1902, la Diputación pensó que esa área ya disponía de la entidad suficiente para constituirse como escuela independiente, de música exclusivamente, y creó, en 1902, la Escuela Provincial de Música, que durante más de 20 años estuvo dirigido por Cipriano Martínez Rücker. Junto al ex alcalde Manuel Enriquez Barrios, logró que el centro obtuviera la oficialidad de la eseñanza en 1922, siendo el primero de Andalucía en conseguir dicho rango oficial.

¿Cuándo consigue la categoría de Conservatorio Superior?

--En 1942, a raíz del plan de reorganización de enseñanzas musicales que acomete el Ministerio de Educación, el de Córdoba queda incluido entre los conservatorios españoles (muy pocos) con capacidad administrativo--académica para impartir todos los estudios tendentes a las máximas titulaciones existentes en la legislación educativo--musical de entonces. Será como cosecuencia del nuevo plan de estudios aprobado en 1966, cuando se crea la figura de Conservatorio Superior, de nuevo el de Córdoba consigue situarse entre los seis únicos centros españoles con dicha categoría superior.

¿Cómo catalogaría la relación del centro con la ciudad?

--Siempre ha habido una gran implicación de la vida académica y cultural del Conservatorio en la de Córdoba. Y no sólo por su prestigio, sino también por su ubicación en el casco histórico, por su auditorio. A modo de ejemplo, la primera emisión de Radio Córdoba, que entonces se llamaba EAJ 24, en 1933, se hizo desde el salón de actos del Conservatorio, que entonces estaba en la calle Pedro López. También, como indicativo de esa cercanía con Córdoba, los primeros discos de la Fundación Eduardo Lucena, se grabaron en 1928 en el Conservatorio. Además, durante mucho tiempo fue, junto al Liceo, la única sala de conciertos con una vida regular.

¿Cuál ha sido el cambio más significativo que ha experimentado el centro?

--La transformación más relevante que ha registrado el centro, a nivel educativo, ha sido la producida por la Logse, ya que ha sido la primera vez en la historia de la legislación educativa española en la que las enseñanzas musicales se han conectado con las enseñanzas de régimen general. Sin embargo, en la práctica, toda la bonanza de esa legislación, no se ha visto traducida en la medida que esperábamos.

El pasado año, el Conservatorio celebró su centenario con una gran diversidad de actos, ¿qué destacaría de esta efemérides?

--La verdad es que el centenario lo preparamos minuciosamente y con mucha antelación porque necesitamos la colaboración de instituciones y entidades privadas, que respondieron estupendamente. Se celebraron casi un centenar de actos, entre los que destacaría, a parte del Festival del Centenario, otros dos eventos organizados por el Ayuntamiento. Me refiero a las Jornadas sobre Patrimonio Musical de Córdoba, que tendrá continuidad, y el Festival de Piano Rafael Orozco , que tuvo una excelente respuesta por parte del público. Tampoco me gustaría dejarme en el tintero el montaje de la ópera Las Bodas de Fígaro , una producción nacida en el seno de la Cátedra de Canto del Conservatorio cuyo titular, Juan Luque, proyectó a principios del 2002, y el homenaje a Martínez Rücker, con el que cerramos el programa de actos.

Tampoco dejaron atrás las artes plásticas.

--En ese afán por trazar una panorámica lo más completa posible organizamos en el marco del centenario una exposición pictórica sobre música, en colaboración con la Fundación de Artes Plásticas Rafael Botí y la galería Arte 21. Fue una especie de homenaje al origen del Conservatorio en la Escuela de Bellas Artes y, además, con esa muestra antológica, rememoramos las exposiciones antológicas que en los años ochenta el Conservatorio dedicó a varios pintores cordobeses.

El centenario suscitó varios reconocimientos al centro y avivó el interés público hacia éste, ¿es por eso por lo que se creó la Asociación de Amigos del Conservatorio?

--Efectivamente. Esta asociación es una expresión clara del interés que motivó el centro en la sociedad cordobesa. Nació con la pretensión de colaborar con los órganos directivo del Conservatorio en cuantas actividades puedan redundar en beneficios del mismo y de la música en general.

Con respecto a los reconocimientos y premios recibidos, ¿qué ha supuesto la obtención del galardón de ´Cordobeses del Año´?

--Ha sido la guinda de toda esa sucesión de reconocimientos. Estamos muy agradecidos a la redacción de Diario CORDOBA, al jurado y, sobre todo, a los cordobeses que nos han votado. Todos los que han apoyado la nominación de nuestro centro para la obtención de este premio se sienten, directa o sentimentalmente, ligados al mismo, a lo que es y ha sido. Además, se trata de algo que forma parte de la ciudad. La gente no podría imaginarse Córdoba sin el Conservatorio Superior de Música.