Tras los fuertes ritmos de venta registrados en los primeros cinco meses de este año, el mercado del aceite de oliva se ha tranquilizado en las últimas semanas, ya sea por las reticencias de las almazaras a quedarse sin aceite o por la esperanza de que la falta de zumo en los próximos meses pueda provocar una mayor subida de las cotizaciones. Esta opción, sin embargo, puede ser excesivamente arriesgada si se observa las previsiones de producción que se esperan en la campaña 2003/2004 y que para Córdoba se pueden situar por encima de las 300.000 toneladas. Por lo pronto, el ritmo de ventas ha provocado que el 77% de la última producción ya se haya comercializado, puesto que de las 162.926 toneladas registradas se han vendido más de 126.503. De esta manera, las existencias finales se han situado en unas 66.000 toneladas. Esta reducida cifra puede provocar, según los expertos consultados, que se llegue al inicio de la nueva campaña (1 de noviembre) con unas existencias muy ajustadas. Así, la anterior campaña se cerró con 30.565 toneladas en existencias, aunque en Córdoba se obtuvieron 285.000 toneladas en una producción récord.

INCERTIDUMBRE POR LA OCM

Precisamente, el incremento de las cosechas en España, aunque se mantiene limitada una cantidad nacional garantizada (con derecho a subvención) alejada ya de la realidad, y la futura reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del aceite de oliva ha devuelto la incertidumbre al sector. Las cooperativas han advertido ya de que una desvinculación de las ayudas a la producción tendrá como gran perjudicada a Andalucía y, por ende, a Córdoba, la segunda provincia productora de España. Por ello, las cooperativas exigen una cantidad garantizada que se acerque a la realidad, teniendo en cuenta la producción, sin olvidar el olivar marginal.