José Germán Camarero fue un adelantado en su época, pues cuando era muy escasa la actividad empresarial en el ámbito de la informática en Córdoba, en 1987, él puso en marcha Cordobesa de Informática y Programación SA (Cipsa). Desde entonces ha tenido claro cuál era su objetivo y su producto.

¿Por qué creó Cipsa?

--Por varias circunstancias, tenga en cuenta que estamos hablando de unos momentos de inicio de la democracia y muchos jóvenes de entonces la única salida que tenían era la de montar su empresa.

¿Y desde el primer momento apostó por la informática?

--Nosotros optamos desde siempre por el producto informático y además la informática basada en el servicio. Hablar en el 87 de servicio en informática era algo inusual.

Sobre todo porque en aquella época eran muy pocos los ordenadores existentes...

--Un ordenador era un elemento a destacar dentro de cualquier empresa, que además estaba enfundado para que no se estropeara y estaba allí esperando que de alguna forma llevara la empresa. Se compraba un ordenador pensando que lo iba a resolver todo. Los informáticos somos los que hemos enseñado a los empresarios a gestionar sus empresas con un programa informático.

Ahora, ¿qué hace Cipsa?

--Nosotros definimos la actividad de Cipsa como consultoría informática y mecanización de empresas. Mecanizar una empresa es bastante más que venderle ordenadores y programas. Es implantar un sistema donde hay que hacer un análisis de los procedimientos productivos que se generan en esa empresa y a partir de ahí se implanta un programa informático. Dentro de ese trabajo, somos fabricantes de software, fabricamos los aplicativos para dar respuesta a la industria y, lógicamente, cuando nosotros decidimos desarrollar software para empresa miramos a nuestro alrededor para ver lo que hay, y lo que hay son empresas de joyería, textil, mueble, almazaras, etcétera.

Pero he oído que su clientela fundamental está fuera, más que en Córdoba...

--Digamos que un setenta por ciento de nuestra actividad está fuera de Córdoba.

Cuando se monta una empresa, ¿se piensa que su actividad acabará estando fuera de la ciudad donde se crea?

--Eso no se piensa, lo que pasa es que es una consecuencia directa de la idiosincrasia de Córdoba y de su estructura social, política y económica. Eso es algo que te empuja indefectiblemente a desarrollarte en el exterior para después poder ser profeta en tu tierra.

Esta empresa ha sido catalogada por la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico como agente tecnológico. ¿Eso qué quiere decir y en qué les beneficia o en qué beneficia a la sociedad?

--La clasificación de Agente Tecnológico es un honor porque es un reconocimiento a una empresa, que se la considera porque tiene una base tecnológica importante. La Junta, dentro del programa de la segunda modernización de Andalucía, incentiva la sociedad del conocimiento. Hay una implicación directa por parte de la Administración para que Andalucía no pierda el tren del momento en el que estamos de las nuevas tecnologías.

¿Qué se pretende con la creación de estos agentes tecnológicos?

--Lo que se pretende, ni más ni menos, es poner en contacto los sectores productivos de la economía andaluza con las empresas que desarrollan tecnologías que pueden satisfacer las necesidades que está planteando cada sector. Lo que hace es unir la oferta y la demanda.

¿Hay en Córdoba más empresas con esta calificación?

--En Córdoba somos los únicos. En Andalucía hay 92 agentes tecnológicos, teniendo en cuenta que hay 13 tipos. Como empresas de base tecnológica podríamos decir que hay en Andalucía unas 50 empresas.

¿Y eso les supone algún beneficio o ayuda al desarrollo de su propia empresa?

--En principio nos abre expectativas, eso está claro. Por otro lado, la Junta está trabajando por crear unos centros tecnológicos que ayuden a estas empresas de base tecnológica para poder llevar proyectos, establecer alianzas con otras empresas y agentes tecnológicos para poder desarrollar esos proyectos que necesitamos para que Andalucía salga del ostracismo y de la situación en la que se encuentra.

¿Y Córdoba en qué situación se encuentra en esta materia?

--Yo diría que a Córdoba lo que le ocurre es que casi se desconoce a sí misma. Las administraciones están haciendo un esfuerzo grande y están adquiriendo compromisos importantes, lo que ocurre es que quizás los políticos no conocen la realidad de las empresas de Córdoba. Hay que mirarse a la cara y decir que tenemos todos los elementos para desarrollarla.

¿Qué facturación tienen?

--Alrededor del millón de euros.

¿Y plantilla?

--Quince personas.

¿Sus perspectivas de futuro?

--Esta es una empresa que puede triplicar su personal. Yo creo que eso le pasa a cualquiera de las empresas de tecnología de la información, lo que pasa es que necesitamos apoyo de la Administración, pero no subvenciones. Lo que queremos es que se cuente con nosotros para esos proyectos de modernización de Andalucía, queremos trabajo, lo demás corre de nuestra parte.