Los vecinos cuestionan la obra del puente y piden un plan de tráfico

El segundo incidente grave registrado en las obras del puente (el pasado domingo, cuando se perforó una tubería de gas provocando una alarmante fuga) ha inquietado aún más a los residentes en la zona y a la AVV Axerquía, que tiene serias dudas sobre las mejoras que se están haciendo en la Ribera y quiere participar en la transformación prevista para la zona.

En primer lugar, el presidente de la AVV, Angel Lapuebla, cuestionó ayer el seguimiento municipal que se hace a las obras del puente y a las de conexión del mismo con la calle San Fernando, una supervisión técnica que queda en entredicho tras el derrumbe de septiembre, los retrasos y problemas encontrados en la Ribera y la fuga de gas del pasado domingo.

Aún reconociendo que estos trabajos son necesarios y unas molestias lógicas para el barrio y la ciudad, Lapuebla también tiene otra preocupación: cómo quedará el tráfico tras la apertura del puente, una calzada "que no puede ser un eje vial Norte-Sur de la ciudad que, encima, atraviese el Centro Histórico".

EL TRAFICO QUE VIENE

Lapuebla, incluso, va más allá y considera que ahora es la mejor ocasión para poner en marcha los fundamentos del Plan de Accesibilidad y dejar claro que la Ribera no puede volver a ser un eje vial de la ciudad imprescindible para el tráfico. De hecho, la reforma que se hizo con el Plan Urban ya dio un carácter semipeatonal a la zona que no se ha respetado tras su reapertura, recuerda el presidente de la asociación de vecinos.

Así, la AVV ha pedido reunirse con los responsables municipales para conocer el plan de tráfico de la zona tras la próxima apertura del puente de Miraflores, prevista para el mes de marzo, y seguir manteniendo contactos con otros organismos municipales, con la Urbanismo a la cabeza, para planificar futuras intervenciones.

TAMBIEN LA JUNTA

La AVV, informa Lapuebla, también quiere mantener contactos con dos delegaciones de la Junta de Andalucía, la de Cultura y Obras Públicas. Con la primera está pendiente el inicio de las obras de rehabilitación del Compás y la iglesia de San Francisco, anunciadas para el próximo mes y una reivindicación del barrio que llevó a que se planteasen recientemente duras movilizaciones. Con Obras Públicas, por su lado, hay que tratar las sucesivas reformas del entorno del Puente Romano y cómo afectarán a la Ribera y los barrios al otro lado del río, proyecto dividido en siete obras independientes a lo largo de tres años.