Una candidata en busca de equipo

La portavoz del Partido Popular (PP) en la Diputación de Córdoba y candidata a presidir su partido en la provincia, María Jesús Botella, tiene ante sí el difícil reto de cohesionar su formación política después de la crisis que ha vivido durante meses tras la disolución por la dirección regional de los órganos directivos que presidía el senador Enrique Bellido. La misión no es fácil si se persigue con sinceridad este objetivo, habida cuenta de que María Jesús Botella no despierta simpatías entre muchos de sus compañeros de partido y del grupo municipal, aunque será sencillísima de cara a la galería, pues después del derrocamiento de Enrique Bellido nadie se atreverá a sacar los pies del plato en este partido.

Es en el grupo popular del Ayuntamiento donde existe más rechazo a que la cuñada de José María Aznar sea la candidata a la presidencia del PP cordobés, pero su parentesco con el presidente del Gobierno evita que las voces en contra se oigan. Hay concejales que no comprenden cómo el presidente de la actual gestora del partido, Luis Martín, no es el aspirante a dirigir el partido en la provincia, si bien éste ya ha explicado que su misión en el partido a corto plazo es municipalista, de colaboración con el candidato a la Alcaldía, Rafael Merino.

Decidida ya la opción de María Jesús Botella, ahora sólo queda saber qué personas formarán su equipo de dirección, y más concretamente quién será el secretario general del PP de Córdoba. Para ocupar este puesto suenan tres nombres: el propio Luis Martín, José Antonio Nieto y Ricardo Rojas.

Botella no desvela aún quién puede ser el número dos del partido. Martín es tremendamente disciplinado y aceptaría este ofrecimiento segundón aún cuando haya estado durante más de seis meses al frente del partido en su momento más delicado. La opción de Nieto es también probable por su cercanía política al eurodiputado Juan Ojeda (que dirige la campaña electoral de Rafael Merino y necesita, por tanto, que el PP ponga toda la carne en el asador) y éste, a su vez, con el secretario general del PP, Javier Arenas.

La de Ricardo Rojas es otra probabilidad, totalmente descartable hace unos meses, pero menos extraña a medida que pasa el tiempo y el partido se recompone. Botella tendría en este portavoz municipal adjunto a un buen conocedor de la provincia, en donde el partido tiene ahora la gran labor de confeccionar 74 candidaturas para las elecciones municipales. La situación no es fácil después de la crisis abierta en el partido tras la expulsión de Bellido, que tenía en la provincia su mayor apoyo. Botella ya pidió que Rojas fuese su secretario general en Córdoba cuando el nombre de la portavoz provincial surgió para presidir el partido en el congreso de septiembre del 2000 como alternativa a la confrontación entre Enrique Bellido y el parlamentario andaluz Salvador Fuentes.