España, la ruta del misterio

UNA SECCIÓN COORDINADA POR José Manuel Morales

"Numerosos genios a lo largo de la historia han coqueteado con la locura, porque sus cerebros mostraban características diferentes al resto de los mortales. ¿Es José Zorrilla otra víctima de la enfermedad o realmente protagonizó esas experiencias preternaturales que relata?"

Tener la oportunidad de visitar una casa encantada “real” no es algo que pueda hacerse todos los días, y menos si es la vivienda donde nació un importante personaje de nuestra historia. No obstante, esta posibilidad existe si visitamos la Casa Museo José Zorrilla en Valladolid. Se trata de la casa natal del ilustre poeta, donde vivió los primeros siete años de su vida, y en los que tuvo sus primeros encuentros con lo extraordinario.

Entrada principal de la casa natal del poeta. Shutterstock /J. C. Pasalodos

El más importante de estos acontecimientos lo cuenta el propio Zorrilla en sus memorias Recuerdos del Tiempo Viejo (1882), donde narra como una tarde a la hora de la siesta, se percata de que la puerta de la habitación de huéspedes estaba entreabierta, algo que llamó su atención pues siempre la cerraban con llave. Al entrar, el poeta puede ver a una extraña anciana totalmente desconocida para él, que permanece sentada junto a la ventana y que le hace señas para que se aproxime a ella. El joven Zorrilla se acerca sin temor a la mujer, que le dice con una voz dulce y enternecedora «Yo soy tu abuelita, quiéreme mucho hijo mío y Dios te iluminará». Podría haber sido una alucinación de no ser porque, años después, encontrándose la familia en Torquemada, Zorrilla halla un lienzo con la imagen de su abuela paterna, Doña Nicolasa, e inmediatamente afirma que esa es la misma mujer que vio en la casa donde nació.

La vida de José Zorrilla estuvo plagada de sucesos y acontecimientos de difícil explicación. El poeta era sonámbulo y parece ser que esta circunstancia contribuyó de alguna manera a su éxito literario. El vallisoletano tenía por costumbre marcar a pie de página el lugar donde interrumpía el texto tras una jornada de trabajo. En muchas ocasiones, al retomar el trabajo al día siguiente, comprobaba cómo el texto había avanzado varias páginas, todo ello evidentemente de su puño y letra. Además tuvo ciertas capacidades adivinatorias o premonitorias, estudió la quiromancia y se rumoreaba que echaba muy bien las cartas.

Habitación donde se apareció Doña Nicolasa. Shutterstock /J .C. Pasalodos

Pero más allá de los acontecimientos extraordinarios que protagonizó, en la casa donde nació parece que sigue habitando un fantasma. Y es que son muchas las personas que han dado testimonio de los misteriosos fenómenos que se manifiestan en su interior: luces que se encienden y se apagan, proyectores que se ponen en marcha solos, objetos que se mueven y otros que desaparecen. Incluso en cierta ocasión se llegó a rajar el cristal de un espejo que permanecía colgado en la pared sin que nadie lo tocase, quedando éste hecho añicos. Parece que Doña Nicolasa sigue haciendo de las suyas dentro de esta casa, asustando a trabajadores y visitantes.

(*) Guía de Rutas Misteriosas en Valladolid.

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[Aquí puede leer la serie la Córdoba misteriosa]