La reina Letizia y el ministro de Cultura, Miquel Iceta, inauguraron ayer en la Fundación Beyeler de Basilea (Suiza) una de las exposiciones panorámicas más completas de Francisco de Goya (1746-1828), con emblemáticas obras del pintor aragonés procedentes de casi 50 museos y colecciones privadas.

Ataviada con un conjunto verde oliva, la reina posó junto a algunas de las obras más importantes de la muestra, como uno de los autorretratos de Goya del Museo del Prado, un retrato de la Duquesa de Alba normalmente guardado en el Palacio de Liria o una Anunciación que forma parte de la Colección Duquesa de Osuna. 

La exposición, con 170 obras procedentes también de museos como el Metropolitan neoyorquino, el Louvre de París o la Galería Uffizi de Florencia, estará abierta al público hasta el 23 de enero, y con motivo de ella, grandes carteles que reproducen La Maja vestida, una de las estrellas de la muestra, adornan diversas calles de Basilea.

El director del Museo del Prado, Miguel Falomir, y su homólogo de la Fundación Beyeler, Sam Keller, también estuvieron presentes en la inauguración de la muestra, una de las más completas que se dedica al pintor aragonés en el extranjero, comparable a las que acogieron Berlín y Viena hace 15 años o Boston (EEUU) hace un lustro.

La colección coincide con el 275 aniversario del nacimiento del artista zaragozano, pero también con el centenario del creador de la fundación, Ernst Beyeler (1921-2010), quien junto a su esposa Hilda Kunz amasó una de las mejores colecciones de arte de Suiza y construyó un museo en 1997 para mostrarla, obra del arquitecto Renzo Piano. La colección Beyeler, con obras de Pablo Picasso, Monet, Cezanne o Van Gogh, tiene un especial vínculo con España, porque se mostró públicamente por primera vez en su integridad en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, en el año 1989.

La muestra de Basilea presenta a Goya como un artista con personalidad única y en algunos puntos controvertida, fruto de su condición como uno de los últimos grandes pintores de Corte que sin embargo no le alejó de temas populares e incluso difíciles de tratar en la época, como la locura, la violencia o la miseria. El curador de la exposición, Martin Schwander, subrayó que Goya «no solo fue un retratista de burgueses, aristócratas y reyes, sino también de locos, prisioneros, personas sin nombre y náufragos».

Para el experto en arte, Goya «intentó salir de la moral de la época, de un rte neoclásico que domesticaba muchos temas» para convertirse en un recursor del romanticismo y de las escuelas artísticas que irían surgiendo en los siglos XIX y XX.

Otro aspecto contradictorio del artista que se intenta analizar en la exposición es su relación con la razón: por una parte se adscribió al movimiento ilustrado y rechazó con sus grabados y dibujos casi caricaturescos la superstición, como puede verse en muchos de sus Caprichos presentes en la muestra. Sin embargo, tras ser testigo de una de las épocas más convulsas de la España contemporánea, marcada por la invasión napoleónica, también desdeñó a veces de la excesiva racionalidad, como muestra una de sus obras más famosas, también presente en la panorámica: el aguafuerte ‘El sueño de la razón produce monstruos’.

La muestra permite admirar en formato cronológico algunos de los más famosos cuadros, dibujos y grabados del artista, empezando con El pelele, uno de los cartones para tapices con los que empezó a darse a conocer en Madrid, y terminando por uno de los últimos retratos conocidos que hizo, a su nieto Mariano.

La Fundación Beyeler espera con esta exposición dar más a conocer a Goya no solo en Suiza, un país que cuenta con importantes coleccionistas privados, sino también en las vecinas Alemania y Francia, dado que Basilea se encuentra a pocos kilómetros de la frontera con ambos países.