A sus 80 años, Zandra Rhodes (Chatham, Reino Unido) aún tiene mucho que decir. Conocida como la princesa punk de la moda, pues fue una de las diseñadoras británicas de la nueva ola que colocaron a Londres en el centro del escenario de la moda en la década de 1970, lleva tiñéndose el pelo de rosa desde mucho antes de que lo pusieran de moda los millennials, y vistiendo con sus colores vibrantes y sus estampados atrevidos a celebridades tan diversas como la princesa Diana de Gales, Diana Ross, Kylie Minogue, Debbie Harry, Paris Hilton o Freddie Mercury. La fundadora del Museo de la Moda y Textiles en Londres es un culo inquieto que, lejos de jubilarse, sigue muy activa.

Su último proyecto acaba de ser presentado: se trata de una feliz colaboración con Ikea en forma de colección llamada Karismatik, un manifiesto para la autoexpresión sin miedo en casa.

Casi 2 años de trabajo

No es la primera vez que el gigante sueco se alía con un reputado diseñador para lanzar una cápsula exclusiva con productos a un precio asequible. Pero sí que es la primera que se presenta tras el confinamiento. De hecho la idea de esta colaboración surgió durante el periodo de encierro, cuando el aburrimiento llevó a Rhodes a pintar su estantería Billy «con un azul iridiscente de Frida Kahlo», ha explicado en una entrevista en el diario The Guardian la artista que lleva medio siglo pintándose los párpados de ese color.

«El encierro nos hizo darnos cuenta de lo importantes que son nuestros hogares (...). Pasamos tiempo en nuestras casas conociéndonos en lugar de apresurarnos al trabajo. Esto hizo que fuera aún más importante hacer una colección como esta», argumenta la creadora, que asegura que «es maravilloso crear algo que llegue a la gente».

«Cuando hago mi ropa, todo es limitado y único. Es la forma en que sentí que podía ganarme la vida, pero es maravilloso cuando haces algo que puede llegar a más personas, no puedo esperar a ver a la gente caminando con una de las bolsas rosas», confiesa.

Cojín diseñado por Zandra Rhodes

A partir de la próxima semana, desde el 1 de septiembre, el distribuidor planetario de los blanquecinos diseños nórdicos romperá una lanza a favor del atrevimiento cromático de la distintiva paleta cromática «ruidosa y orgullosa» de Rhodes. Está gritando «Aquí estoy», en palabras de la propia compañía, y transmitirá el espíritu glam, feroz, divertido y colorista de esta artista icónica a través de 26 piezas, como jarrones alucinantes, alfombras juguetonas, cojines o pantallas de lámparas y mantas de fantasía, así como cajas curiosas.

«Joyería para el hogar» –resume la multinacional–, en las antípodas de las últimas tendencias japandi (mezcla del estilo japonés con el escandinavo) y sostenibles que a veces pueden resultar un tanto aburridas.

En Ikea saben que «atreverse» con nuevos patrones, formas y colores en casa puede cambiar visualmente el tamaño de una habitación. Con tan solo una pieza se le puede dar energía o dramatismo a un espacio. Por eso decidieron contactar con la incombustible diseñadora. «Es el tipo de colección de la que la gente puede tomar una sola pieza y puede iluminar sus vidas o pueden tomar varias piezas», comparte Rhodes.

Aunque Zandra es una apasionada de los estampados y colores extravagantes, sus diseños siempre son prácticos. Entre estos diseños destaca la customización de la icónica bolsa Frakta de rafia de color azul de Ikea que Rhodes ha convertido en un divertido bolso en forma de capazo con volantes en fucsia que hará las delicias de los compradores.

Zandra Rhodes sigue diseñando a sus 80 años.