«Claro que habrá Guía Repsol 2021, la hostelería no ha muerto y nuestro centro es el comensal», responde en una entrevista su directora, María Ritter, aunque se adaptará a las circunstancias: «No es el momento de penalizar» y «seguramente habrá una nueva categoría más apegada a la calle». Mientras que The 50 Best World’s Restaurants ha decidido que no publicará este año su lista por los efectos de la pandemia de covid-19 en la hostelería, la Guía Repsol cree que «no puede faltar» y que «hay que reconocer el esfuerzo de los restaurantes y apoyarlos», además de «cuidar al cliente» que sigue sus recomendaciones para acudir a ellos.

No obstante, admite Ritter que hay que «adaptarse a los tiempos». «De forma paralela a los soles -distinción de esta publicación- seguramente habrá una nueva categoría más apegada a la calle, a los nuevos requerimientos y necesidades», anuncia. Se trataría de «reconocer que hay mucho más allá de la alta cocina en España, de divulgar todo su acervo gastronómico; ahora es el momento».

Además, los inspectores de la Guía Repsol, que con 41 años de vida ha culminado el proceso de renovación de su sistema de calificación, entienden que «no es momento de penalizar». «¿Qué vas a penalizar, una experiencia in-Covid? Estamos juzgando situaciones provisionales con medidas sanitarias excepcionales, adaptaciones... La Guía está para dar información útil al comensal, y por ello tiene que estar muy apegada a la realidad», explica.

Destaca Ritter que desde que comenzó la crisis sanitaria por el covid-19 la Guía Repsol ha estado al lado de restaurantes y usuarios, informando a través de sus redes sociales y su web (ya no se publica en papel) de nuevos servicios de comida a domicilio y de reaperturas. Antes comenzó haciéndose eco de los recetarios del confinamiento, que ayudaron a los usuarios con la publicación de elaboraciones caseras con el sello de cocineros reconocidos por la Guía Repsol, se publicaron informaciones sobre los que ofrecían comida a domicilio y para llevar e, iniciada la desescalada y la vuelta a la nueva normalidad, se ha intensificado la información sobre las reaperturas «para darles visibilidad».

Además, han ofrecido a los restaurantes servicios como ayudas para la digitalización de sus cartas, han regalado pantallas protectoras faciales diseñadas por el modisto Juan Duyos para personal de cocina y sala de más de 1.400 restaurantes, y han lanzado la campaña #MeMuevoPorNuestroPaís para fomentar este verano el turismo y la gastronomía en España.

«El turismo internacional va a tardar en llegar. Nosotros, que siempre hemos promocionado el nacional, queremos ahora darle mayor énfasis. La Guía Repsol es perfecta para moverse por España, porque está hecha por locales que conocen los destinos y restaurantes sobre los que escriben. Ahora más que nunca hay que revalorizar lo local y nuestra guía es el perfecto acompañante para redescubrir España gracias a su experiencia», refiere Ritter.

La publicación, que nació en 1979 como Guía Campsa para promover el turismo y la gastronomía del país, es «una radiografía de la actualidad», por lo que, destaca su directora, ha intensificado su labor en estos «tiempos difíciles» para fusionar «aún más» la oferta de los restaurantes con los intereses de los comensales. Porque, subraya: «Nuestro objetivo es siempre el comensal». No obstante, muestra su «preocupación» por los restaurantes. «Habrá cierres, sí. Aunque a algunos que ya han reabierto les está yendo mejor de lo que esperaban. Habrá que ver la evolución». La pandemia también ha afectado a pequeños productores que surtían a restaurantes y darlos a conocer es otro de los retos que se plantea la Guía Repsol. «Hay una revolución a desarrollar, que ya ha comenzado con la venta directa del productor al consumidor y ahí estaremos».