Cordobés de corazón y de cuna, padre de ocho hijos y bisabuelo por quinta vez, Julio Alcántara Alcántara ha cumplido, a sus 89 años, el sueño de ver editado un libro. La obra que firma y acaba de salir de la imprenta de la Diputación, Callejeando por Córdoba, trata de la Córdoba de su alma, sobre su inagotable peregrinaje por la ciudad.

--’Callejeando por Córdoba’ es un abrazo prolongado a Córdoba, sus historias y leyendas ¿Cómo se le ocurrió la idea?

--Caminaba por la avenida de Medina Azahara, vi ante el edificio del Rectorado la estatua de Rafael Castejón y Martínez de Arizala y me sorprendió que la fecha en que la erigieron era anterior a la de su fallecimiento. Entonces escribí a la sección de Cartas al Director de Diario CÓRDOBA pidiendo que se subsanase. A partir de ahí me dije «me voy a fijar en las estatuas», y observé que, por ejemplo, la dedicada al Duque de Rivas tiene en su pedestal un texto equivocado. Como me gusta escribir, le comenté al director de CÓRDOBA si podía hacer algunos artículos sobre el tema. Le pareció bien y comencé.

--Ha publicado numerosos artículos sobre diversos temas de la ciudad durante mucho tiempo...

--Esto que le cuento fue en el año 2008 ,y estuve publicando artículos, semanalmente, hasta el 2016. Cuando acabé con las estatuas comencé con los triunfos a San Rafael, que también son numerosos por la ciudad, aunque en esta sección incluí los de Villaharta, Villafranca, Iznajar y Castro del Río. Me animó mucho Mercedes Valverde. Después continué con las fuentes de Córdoba y a la vez iba describiendo la historia del entorno. Llegué a tener la necesidad de escribir para enriquecer mis conocimientos.

--¿Se puede considerar su libro un manual de historia?

--Creo que sí. Es una recopilación, muy bien ilustrada con numerosas y extraordinarias fotografías en color de Francisco González, Antonio Jesús González y Francisco Sánchez Moreno, de todos los rincones a los que hago alusión en los artículos. Cuento historias de acontecimientos, reales y leyendas, que han pasado de abuelos a nietos y que siguen estando vigentes y son curiosas e interesantes de conocer. El lector se va a encontrar una visión real de la Córdoba de siempre.

--Supongo que alguna historia sorprenderá a más de un lector...

--Córdoba sigue sorprendiendo incluso a los propios cordobeses. Yo me he encontrado barrios llenos de vida con un cambio a mejor muy esperanzador. Yo que conocí perfectamente la Córdoba de la posguerra y su resurgir, me siento orgulloso de nuestra situación actual.

--Veo que se siente completamente feliz por haber visto hecho realidad su anhelo de publicar este libro...

--Más que feliz. Y agradezco a la Diputación su excelente trabajo, a su presidente, Antonio Ruiz, y a Salvador Blanco, quienes desde el primer momento apostaron por que este libro fuera una realidad. La maquetación de Rafael Alcántara y la portada, un óleo del Palacio de Viana cuya autora es María Manzanares, han contribuido a que la obra sea un auténtico lujo. Y no puedo olvidar a Francisco Solano Márquez, que ha escrito un prólogo lleno de afecto y amistad.

--El lector que esté interesado en un ejemplar, ¿a quién se debe dirigir para conseguirlo?

--El libro es gratuito y se debe de dirigir a la Diputación.

--Es usted un jubilado activo y emprendedor ¿Qué le queda por hacer?

--Creo que mi vida ha sido un regalo, comenzando por mi esposa y mis ocho hijos que me han dado nietos y cinco bisnietos. Ahora estoy disfrutando, pero ya se me ocurrirá algo.