Nueve andaluces, entre ellos, el cordobés Luis Serrano Ochoa, han protagonizado este verano una singular expedición que les ha llevado a recorrer en bicicleta en tan solo cuatro días los 1.000 kilómetros que separan Alcalá de Guadaira (Sevilla) y Santiago de Compostela. El reto se ha llamado Homenaje Ultreya España porque, según explica Serrano, que se incorporó a la aventura unos días antes de su inicio, tras ver la información en una red social, «ultreya era el saludo que se hacían los peregrinos al cruzarse en el Camino de Santiago durante el Medievo, en un mensaje poderoso que venía a significar algo así como ¡hacia adelante, hacia adelante y hacia arriba!».

Esa invitación a no abandonar el camino y seguir luchando para alcanzar la meta propuesta ha sido el lema de estos deportistas en un proyecto que nació con el objetivo de «conocer cómo despierta la maquinaria económica de España y cómo late el pulso de la sociedad en nuestro país desde una punta a otra». Para ello, los peregrinos ciclistas se han entrevistado con representantes de distintos sectores económicos y sociales de los municipios donde han parado en esos cuatro días creando, aseguran, «una bola de nieve de energía positiva».

Luis Serrano, de 39 años, no lo pensó dos veces cuando vio el anuncio del reto solidario. «Soy aficionado a la bicicleta desde hace años, pero no la cogía asiduamente, sino los fines de semana», explica. Sin embargo, eso no ha sido un problema. El pasado 29 de junio, él y otras ocho personas, seis hombres y dos mujeres, se lanzaban a la carretera con etapas de 250 kilómetros diarios de «dehesas, serranías, mesetas, puertos de montaña, pueblos y ciudades». La primera jornada recorrieron 280 kilómetros con temperaturas por encima de los 40 grados. Ilusionados por el inicio del reto, recibieron un aluvión de energía. «Paramos cada día en tres sitios para desayunar, almorzar y hacer noche y en todas partes nos han recibido por todo lo alto», explica. «Uno de los momentos más emocionantes fue la llegada a Salamanca, donde nos esperaba una escuela ciclista infantil con 30 o 40 niños que nos hicieron un pasillo de aplausos para recibirnos». También tiene muy buen recuerdo de su paso por Cáceres, donde su hermano fue a su encuentro por sorpresa, o la entrada en Santiago, donde el gaitero del Obradoiro salió a tocar expresamente para ellos y donde se les hizo entrega del diploma de Amigos de Santiago.

Y es que los componentes del Homenaje Ultreya España han sido los primeros peregrinos que han hecho el Camino de Santiago tras el confinamiento, destacan. Un camino lleno de ilusión y de dificultades. No en vano, transcurrió durante días de calor extremo en los que tuvieron que compaginar el ejercicio físico con la resolución de problemas técnicos y averías que se iban produciendo y la resistencia a las altas temperaturas.

Tornero fresador en una multinacional con sede en Córdoba, Luis Serrano no pudo entrenar antes de empezar el recorrido ni ver al psicólogo con el que sus compañeros se prepararon para el viaje, pese a lo cual, no solo ha sido uno más sino que en ocasiones, fue motor para el resto. Después de los meses de confinamiento, lo que más deseaba era volver a la Naturaleza. «Yo no he dejado de trabajar salvo los 15 días de cierre general, pero para mí ha sido duro no poder salir al campo», confiesa, convencido de que la aventura, que ha sido grabada y de la que saldrá un documental, le ha cambiado la vida. «Es increíble cómo de un día para otro, ocho personas a las que no había visto en mi vida me acogieron de una forma espectacular y ahora son familia para mí», comenta sincero. Desde que volvieron, el 3 de julio, no han dejado de dar charlas contando la experiencia. «En Córdoba, llamé al Patronato Municipal de Deportes para ofrecernos a hacer una tertulia con el resto de compañeros para contar lo que hemos vivido como estamos haciendo en otros sitios, pero de momento no nos han llamado», señala Luis, que ahora entrena y sale a diario con su bicicleta.

La impresión sobre el despertar de España tras el confinamiento es agridulce. «La gente está animada, tiene muchas ganas de salir de esto, pero todavía hay mucho miedo a rebrotes y a tener que volver al confinamiento y la economía sigue muy parada aún», afirma convencido, «hay que seguir recordando el mensaje ultreya y no vamos a parar».