El prestigioso chef cordobés Paco Morales será el encargado de pronunciar el pregón de la Velá de la Fuensanta la noche del próximo jueves, día 5, dos días después de comenzar la que será cuarta temporada de su prestigioso restaurante Noor. Como él mismo explica, su vinculación con el barrio de la Fuensanta se remonta a su niñez -el negocio familiar de El Asador de Nati sigue estando ubicado en el barrio- y pretende que su pregón sea un homenaje a todas las familias de la Fuensanta y del resto de Córdoba que, como la suya, trabajaron con fuerza para salir adelante y alcanzar sus sueños.

-¿Qué significa para usted el haber sido elegido pregonero de la Velá?

-Para mí es un orgullo y una satisfacción muy grande, en lo que también supone que te reconozcan tu trabajo en tu propio barrio y en tu ciudad. Además, a nivel local, no esperaba que este hecho tuviera una repercusión social y mediática tan grande, casi como ocurre a nivel nacional cuando se logra una estrella Michelin. Mucha gente me para por la calle para saludarme y felicitarme por ello.

-¿Quién fue la primera persona que le planteó el ser pregonero?

-Estando en Barcelona a finales de julio me llamó la concejala de Promoción de la Ciudad, Marian Aguilar, para plantearme que habían pensado en mí por mi trayectoria y éxito profesional a nivel internacional. Obviamente, acepté el ofrecimiento sin dudarlo.

-¿Tiene ya pensado sobre qué temas girará el contenido de su pregón?

-Pretendo que el pregón gire, lógicamente, en torno al barrio y a la importancia de contar con una familia unida, como fue y es mi caso. Quiero que el pregón sea un homenaje a mis padres y a todas esas familias del barrio que con fuerza, trabajo y valores han salido adelante. En mi caso, fue en los 60 cuando mi abuela, mis padres y mis tíos tuvieron que venir desde Montilla a Córdoba capital buscando una vida mejor, y mi padre, tras un periodo de formación en la Costa del Sol, comenzó a trabajar de cocinero en el antiguo Hotel Meliá. Luego vino el trabajo de toda la familia unida en el Asador de Nati, y esa educación en valores, en el esfuerzo y el veneno de trabajar que me inculcaron mis padres. Todo ello en una época, la década de los 90, en los que la vida en el barrio no era fácil, y en los que mis padres -como tantos otros- se esforzaron en que tuviéramos un futuro mejor y nos alejáramos de ciertas realidades como la droga. Por ello, pretendo reflejar con el pregón que este es un barrio maravilloso, y señalar que debemos darle a nuestros mayores todo lo que ellos nos han dado.

-Además de su propia vivencia, supongo que incluirá en el pregón algún apunte gastronómico...

-Efectivamente. Y en el pregón voy a pedirle a las instituciones que apuesten también por los barrios desde un punto de vista gastronómico. Hacer de la Fuensanta, como de otras zonas de Córdoba, también un barrio gastronómico donde se fomente la calidad de sus bares, de sus restaurantes y se puedan abrir nuevos puestos centrados en determinados productos, como ocurre con los puestos de caracoles. Que se apoye a este sector, que se le ayude con promoción, con fomento de la calidad y la excelencia. No creo en el concepto de ayudas económicas directas a los negocios, pero sí ayudas, por ejemplo, para la formación. En este punto, el sector cordobés sigue sin tener y fomentar buenos profesionales de cocina y sala; y no sólo a nivel de alta gastronomía, sino en bares y restaurantes de todo tipo. El sector no se profesionaliza, lo cual es un mal endémico de la gastronomía cordobesa, como ocurre en otros tantos lugares de España. Además, creo que, como personas, debemos educarnos en todo, también gastronómicamente hablando.