-Nada más empezar, dicen de usted que es «uno de los valores emergentes del género fantástico en España» ¿Qué ven en usted para derrochar tanta esperanza en un mundo sin futuro?

-Jaja. Yo te puedo decir que mi madre me ve muy guapo. Lo que ve la gente en mí, no tengo ni idea. Yo me defino a mí mismo como un friqui con suerte. Soy un lector que consume mucho fantástico, que consume mucha literatura, cine, cómic, videojuego, que tiene que ver con lo fantástico. Y tengo la inmensa suerte de que las cosas que yo hago a las editoriales les gustan y los lectores se las leen.

-Arranca esta trayectoria de literatura juvenil con la saga ‘Athenea y los elementos’. Dice usted que hay adultos que han entrado en sus páginas con 40 años y han salido con 12. ¿No se plantea limpiar el país de jubilados?

-Jaja. No, por Dios, que mi madre es jubilada. No quiero limpiar nada. No me planteo nada. Me planteo que los lectores disfruten de las aventuras de Athenea y Mehdi, tengan la edad que tengan. De diez a 150 años.

-Dice de ‘El ojo de Nefertiti’, primer volumen de la saga, que es el libro que hubiera escrito a esa edad. ¿Qué le falta a la novela infantil y juvenil?

-No me quiero echar piedras sobre mi propio tejado, pero muchas novelas son un poco condescendientes con el lector. Y yo creo que hace falta un poco más de respeto a los lectores que van a sostener la industria editorial en las próximas generaciones.

-Dice usted que no se debe escribir para los niños como si fueran idiotas. ¿Hay normas?

-No. Absolutamente, no. Precisamente ese es el rollo. Romper todas las normas y simplemente escribir lo que a ti te emocione y cruzar los dedos para que emocione al niño y a la niña.

-La protagonista del libro es una niña de 11 años, que odia ser una chica y sueña con vivir grandes aventuras. ¿En estos tiempos de empoderamiento de la mujer?

-Sí. Porque Athenea, durante el libro, va a aprender que correr, saltar y pegar como una chica es lo mejor del mundo.

-La protagonista es como usted desea que fuera su hija: testaruda, intrépida y aventurera.

-Así es como yo me imagino a mi hija y así es como me está demostrando con cinco meses que ya es. Ya ha demostrado que en mi casa manda ella.

-Esta primera entrega se sitúa en Berlín, en 1912, y nos lleva a El Cairo en busca del ojo de Nefertiti.

-Va a ser un viaje de Berlín hasta Egipto plagado de persecuciones, de tiroteos, de aventuras, de acción y hasta le van a dar a uno en la cabeza con un salmón.

-La próxima, que sale en febrero, será un viaje a Atlantis y la cultura de la antigua Grecia.

-Después de Egipto me apetecía llevar a Athenea a otra cultura y, sobre todo, a otro de los grandes mitos. Si Nefertiti es un gran mito de Egipto, la Atlántida era el siguiente desafío que tenían que vivir mis dos protagonistas.

-En su libro hay acción. En directores de cine como Spielberg hay acción. Pero, en general, ¿la aventura es un género olvidado o descuidado?

-Si algo tengo yo que decir al respecto es no. A mí me gusta consumir mucho este tipo de género y desde luego es lo que estoy intentando hacer con Nefertiti. Y creo que a los niños les gusta mucho este género, por lo que estoy viendo del feedback de los lectores.

-El libro lo ilustra Marina Vidal.

-Marina ha conseguido que me olvide de cómo era Athenea en mi cabeza antes de ver su ilustración. Ahora mis personajes son como los ha dibujado Marina.