A veces, si es que el sol sale, en las terrazas se ve ropa, mucha ropa tendida. La mueve el viento solano, y en las terrazas hay de nuevo vida, que las secadoras automáticas están para algo. Claro que aún estamos pagando los plazos. Lo automático, ya saben. Pero a mí me gusta mucho asomarme a las cuerdas de la ropa, porque se leen como un libro, en mi caso me refiero, a la tela, la tela de la actualidad con tanta historia a los vientos. Las pinzas que son de palo, las voy colocando yo. Y así hoy puedo decirles que, por fin, sé del maestro Antonio Gala, que dice en un confidencial:

-Claro que sigo escribiendo, y que lo que escribo es poesía.

La poesía se comparte maestro, que ya lo ha dicho no sé quién, la poesía es de quien la lee. Y siempre, siempre, aunque sea solo poesía, que no es poco, le seguimos esperando.

Como siempre, compro National Geographic, donde en el especial Islam, hay tanta Córdoba dentro, así que se lo recomiendo.

Y que me alegro tanto de los cordobeses del año, que siempre me saben a poco, pero en los que el jurado, que lo tiene tan difícil, siempre acierta. Veo a Manuel Pimentel, perdón, don Manuel Pimentel, en la tele con el que ha escrito el libro de la reina, el ex de doña Letizia.

Y, además, en Telecinco y en el programa Sálvame, que me pierde, y en el que cada día me gusta más Paz Padilla, bueno, pues don Manuel, siempre sabio, sevillano y cordobés al mismo tiempo, con su Almuzara del alma. Donde, además, acaba de publicar su último libro, por ahora, el maestro Cuenta Toribio, del que de vez en cuando escribo, escribo porque lo leo, el libro de la Historia de la derecha. Y que les recomiendo también, aunque sea de Sevilla. Pero oigan, hay gente que nació en Sevilla y que es mucho más cordobesa que muchos cordobeses juntos. Cosa que es de agradecer porque tienen la facultad de elegir, que hay quien no puede hacerlo.

Y esta anécdota, que es mucho más que una anécdota y que se ha puesto a secar al sol de la actualidad, pero que sigue tan húmeda, a ver si es que puede ser verdad. Dicen, que dicen que dicen, que doña Leticia, perdón que es con zeta como se debe escribir, le dijo al rey don Felipe según el confidencial:

-A la próxima, me voy.

A lo que el rey contestó, me han dicho, que no lo creo:

-Pues ya lo sabes -y además lo dijo en verso- mi niña querida, Lety, vida mía, mi chata, que a enemiga que huye, se tiende un puente de plata.

Rima, pero espero que no sea verdad, al menos verdad del todo. El aire mueve la ropa, el sol está en su apogeo.

Y además, van y entregan el premio de Cultura de la Universidad de Sevilla a mi compadre Curro Romero. Está feliz, sorprendido, y asombrado al mismo tiempo.

-¡Y yo, que pasé por la universidad de puntillas! De puntillas, don Francisco, que a ver cuando nos vemos. A medio camino, entre Madrid y Sevilla. ¿Qué le parece Córdoba, maestro? Y Herrera, que anduvo a su aire, como siempre, llenando hasta arriba con lo de la cerveza, ya saben, que le gusta mucho Sierra Morena y sus pueblos. Que me han dicho que en Villaharta quieren hacer en su balneario histórico el Museo de las Aguas, que es una idea formidable, querido alcalde, viejo amigo. Que me hablan también últimamente de ese Cerro Miguelito... en fin.

Y acabo por hoy, que a ver si escampa algún día. ¿Será cierto que al príncipe heredero saudita, que ha venido hasta Madrid, para darnos trabajito, le han enseñado unas fotos, unos vídeos, en un descanso de su visita, de unos caballos cordobeses? Yo sé que le gustan mucho, y que los tiene en su arena. Es un gran tipo este joven, que está cambiando la historia de su pueblo. Yo conocí, y di la mano, a sus hermanos mayores, el rey Saúd de Arabia, y Faisal en Riad, que por dos veces como poco, tuve que hablarles, palabra de honor, de Córdoba. Y que me han dicho que el primero preguntó en su día, que Medina Azahara -entonces más en ruinas que hoy- cuánto valía. Para llevársela, piedra a piedra, «que fue la luz del califato más grande...». Menos mal que no se la vendimos. No hay dinero en el mundo para poder comprarla.