La plaza de San Agustín empieza a renacer con las obras que la están transformando. Más de la mitad de este espacio luce su nuevo pavimento de mármol y de chino, combinado de tal forma que gran parte del recinto es como un mosaico con figuras que perpetúan tradiciones. Así, y según explica el presidente del consejo de distrito Centro, Rafael Soto, que está muy pendiente de la evolución de la obra, entre los dibujos resultantes de ese puzzle formado a base de chino, hay macetas, que representan los patios; un gato, "alegoría del carnaval"; un carro, que "recuerda las carrozas de San Agustín"; y la palmera característica de la plaza. Formando parte de los 72 cuadros de chino que caracterizarán a esta plaza, hay 15 diseñados por alumnos del barrio.

La plaza, en obras desde octubre, estará lista para Semana Santa. Ese es el objetivo del área de Infraestructuras del Ayuntamiento, cuya responsable, Amparo Pernichi, explica que el nivel de ejecución supera el 50%. "Nuestra intención es terminar para Semana Santa, si no hay problemas, y se está haciendo lo posible". De hecho, la parte de la iglesia de San Agustín, de donde sale la Virgen de las Angustias el Jueves Santo, está acabada. En cambio, la plaza no podrá ser este año escenario del Carnaval.

La concejala explica que más de la mitad de los chinos están puestos y se está colocando el acerado de adoquín de mármol de Sierra Elvira. Además, la adjudicataria trabaja en el esqueleto de la fuente, que tiene siete caños de agua, a la que le falta el revestimiento. El canal que rodea la plaza se ha ejecutado también, así como el soterramiento de los contenedores. Paralelamente, ha empezado el acondicionamiento de Rejas de Don Gome. Pernichi señala que se han consensuado modificaciones con los vecinos en relación a la arboleda y "se pondrá una palmera en memoria del palmeral que había para hacer un guiño a la antigua plaza". Los árboles irán en la parte sur, que es la única que quedará con tráfico, ya que el resto será peatonal. Además de la palmera, habrá 7 tipuanas tipu, 5 jacarandas y 8 naranjos.

Rafael Soto asegura que "los vecinos están muy contentos". Una vez que acabe, solicitará un plan de usos que garantice su mantenimiento y exigirá la apertura de las dos casas de la Junta y Ayuntamiento abandonadas, una para local vecinal y otra, para galería de artesanos.