Afincado en el litoral gaditano, el escritor nacido en Madrid ha publicado un primer volumen de sus diarios con el título 'El almanaque incendiario'. Asegura que le sirven "para calentar la muñeca", como una suerte de gimnasia literaria

El escritor Montero Glez (Madrid, 1965), afincado en el litoral gaditano, ha dicho, tras publicar un primer volumen de sus diarios, que reserva para esas páginas "la llama feroz de lo espontáneo", una prosa menos elaborada que la de sus novelas, con las que ha ganado, entre otros, el Premio Azorín.

"Me dedico a la ficción, a la novela, a una escritura más elaborada y mis diarios están sin limar, en bruto, también borradores que luego uso en novelas o ensayos, mi día a día y notas que voy tomando para mi trabajo", ha dicho sobre las páginas de unos diarios que abarcan del 2005 al 2008 y que han sido publicados por Ediciones El Gallo de Oro con el título de El almanaque incendiario .

Montero Glez (que así firma), autor de títulos como Talco y bronce, Pistola y cuchillo y Manteca colorá , ha asegurado que lleva sus diarios como una suerte de gimnasia literaria, ya que le sirven "para calentar la muñeca" y que no volverá sobre ellos como tampoco relee nada de lo que publica: "Empiezo a ver fallos y me atormento; todo puede mejorarse siempre; no estoy satisfecho ni conmigo ni con lo que escribo". También ha calificado las páginas de sus diarios de "desahogos, de un escape y de un lugar para la denuncia" sobre cosas que le rebelan, de ahí que haya asegurado que "en los diarios matas o amas; asesinas o das vida".

Ataques hay en El almanaque incendiario contra políticos y contra "la clase política". De quienes la conforman ha dicho que siempre han sido para él "enemigos de clase", de ahí sus esperanzas en los líderes surgidos del 15M de los que sostiene que no son políticos sino gente que hace la política. Esa conclusión, ha asegurado, no se debe a ingenuidad, sino a inocencia porque "la inocencia es positiva porque nos permite caminar".

Entre las vindicaciones literarias de sus diarios destaca la de Rafael Cansinos Assens, que ubica por encima de los demás escritores de su generación y, entre las históricas, la del médico anarquista sevillano Pedro Vallina, con la lectura de cuyas memorias dice haber disfrutado. Y juicios como "Gabriel García Márquez viene a decir más o menos lo mismo que Baroja, pero más tropical".

"Vallina es como muchos desconocidos del movimiento libertario, por el que tengo algo más que simpatía; es de ese tipo de gente que ha hecho que los engranajes de la historia se moviesen", según Montero Glez, quien no obstante ha advertido que "la revolución se hace con el estómago lleno, como la buena literatura".

Entre los ataques en el ámbito cultural, los diarios dedican varias páginas a la crisis de la Sociedad General de Autores de España (SGAE), de las que ha advertido: "Yo siempre he estado en contra de la SGAE; ahora es muy difícil meterse con Teddy Bautista, pero cuando yo lo hice en varios artículos nadie se atrevía a decirlo". "Lo que ha sucedido con la cultura es que la España de los privilegios se ha atrincherado en las instituciones culturales", ha añadido sobre el asunto.

De la coincidencia de la publicación de sus diarios con haber cumplido cincuenta años ha señalado que "los cincuenta años antes los cumplían otros y pensé que a mí no me iba a suceder; pongo de mi parte para no madurar, lo peor de todo es intervenir, lo que envejece es la intervención de la razón en las cosas".