Tallista de vocación, Pedro Sánchez es un joven artista pozoalbense autor de un importante número de pasos de Semana Santa, sobre todo en la zona norte de la provincia de Córdoba. Su inquietud por innovar es continua, estudiando nuevas formas e investigando distintas maneras de trabajar la madera. No le gusta copiar de otros, quiere ser siempre original. "Cualquier forma que te propongan, una simple flor, se puede realizar de mil maneras", apostilla. Comenzó en el mundo de la talla de la mano del artesano pozoalbense recientemente fallecido Domingo García Fernández, en un curso que organizó a principios de la década de los 90 el Ayuntamiento de Pozoblanco. Pero fue a raíz de su participación en un taller de empleo en el año 2003 celebrado en Pedroche cuando se introdujo de lleno en la talla religiosa. Entonces aceptó un encargo que le hizo el párroco de la iglesia de Pedroche, que nada tenía que ver con el taller de empleo, y realizó la hornacina de la Virgen del Tránsito y el paso del Santo Entierro. Después han venido otros trabajos. Ha hecho las andas de la Virgen de Alcantarilla de Belalcázar y el paso de la Piedad de la Santa Vera Cruz de esta misma localidad, que este año figura en el cartel de Semana Santa de este municipio. Ha realizado la talla del paso de María Magdalena de Villa del Río, las andas para la cofradía de San Isidro de Pozoblanco que se estrenaron hace ya dos años y ahora está trabajando en el paso del Nazareno de Villanueva del Duque, labor que compagina con el tallado del Santo Encuentro de Villanueva de Córdoba y el paso del Resucitado de este mismo municipio. En proyecto tiene las andas para la nueva imagen de San Juan Bosco del colegio salesiano de Pozoblanco.

El tiempo que Pedro necesita para terminar un paso realizado en una sola fase y dedicándose a él en exclusiva puede oscilar entre el año y medio o los dos años, aunque lo habitual es que el trabajo se haga por fases, en función de la economía de cada hermandad o cofradía. Para este tipo de trabajos, Pedro Sánchez utiliza normalmente la madera de cedro brasileño, "porque es resistente, ligera, se talla muy bien y no le atacan la carcoma ni las termitas, aunque si el paso va a ir dorado se puede recurrir a unas maderas más económicas como el pino", dice.

El polifacético artista pozoalbense Antonio Arévalo le hace diseños que luego él plasma en la madera, trabajos que realiza en el taller que tiene en el polígono industrial de la dehesa boyal de Pozoblanco. Una muestra de su obra se ha podido ver en el Salón Cofrade de Córdoba y Arcoan, Salón de Arte Cofrade Andaluz en Jaén.

Sus proyectos de futuro pasan por seguir realizando trabajos de talla. En estos momentos está en contacto con hermandades de distintos lugares que se han interesado por su oficio, para el que es necesario tener una destreza que no está alcance de cualquiera.