Es homeópata, periodista y autor del libro 'Origen alquímico de la homeopatía y terapia floral', que presenta hoy, a las 19:30 horas, en la Casa Arabe de Córdoba

--En su libro 'Origen alquímico de la homeopatía y terapia floral: de Egipto a Platón, de al-Andalus a Edward Bach' apunta que la homeopatía se basa en la alquimia vegetal. ¿En qué consiste este concepto?

--La alquimia vegetal se basa en el uso de plantas medicinales para curar por los símiles, no por los opuestos como hace la medicina alópata tradicional.

--¿Cuál es la gran aportación de al-Andalus a esta ciencia?

--Al-Andalus supuso el mayor esplendor para la alquimia vegetal. Los andalusíes viajaron a Oriente en su periplo a la Meca y estudiaron esta ciencia sagrada, que el Islam recoge como antorcha al caer el imperio romano. Es el gran alquimista Yabir Ibn Hayyán, en el siglo VIII A.C., quien reformula toda esa filosofía. El gran esplendor llega con Abderrahman III, que instaura un gran árbol de la sabiduría bajo el que conviven en paz las tres religiones, convirtiendo a Córdoba en capital del saber.

--¿En qué momento se ve truncado este esplendor?

--Ese amor a la tolerancia y al conocimiento se viene abajo con el fanatismo de Almanzor y la persecución de los alquimistas, que una vez destruido el califato se reparten por los reinos de taifas y van divulgando la filosofía hermética. Pensadores como Averroes, Maimónides, Ibn Yulyul, Iben Bayyah (Avempace), Ibn al Jatib- practicaron la alquimia vegetal. Sus libros son auténticos vademécum homeopáticos. Lo que ocurre es que Hahnemann, al que se considera fundador de la homeopatía en el siglo XVIII, para hacer permisible la alquimia vegetal, se queda solo con una pequeña parte.

--¿Tiene eso que ver con que se tienda a reducir la alquimia a la transmutación de metales?

--Sí, hay una gran ignorancia en torno a la alquimia porque para evitar la Inquisición siempre tuvo que ser muy hermética.

--¿Por qué se sigue creyendo que es algo próximo al esoterismo o al curanderismo?

--Por los prejuicios absurdos y brutales que la Inquisición ha dejado en nuestro inconsciente contra un mundo que se desconoce, se ignora y se desprecia. Pero grandes sabios a lo largo de la historia han seguido el criterio de curación por los símiles, lo que hace hoy la homeopatía.

--En la práctica ¿qué la diferencia de la medicina tradicional?

--La medicina alópata cura causando efectos secundarios, mientras que las diluciones homeopáticas son tan infinitesimales que no tienen toxicidad. Además, la curación por los símiles no va solamente al cuerpo, sino también a la mente y al mundo emocional. Es decir, la medicina alópata trata de paliar el efecto mientras que la medicina homeopática va a la causa, personalizando los remedios en lo que Hipócrates llamaba terreno del paciente , basado en los cuatro humores (linfático, biliar, nervioso y sanguíneo). Es la medicina del alma de la que ya hablaban Pitágoras o Maimónides.

--Una base tan mística, ¿no le resta carácter científico?

--Es que el homeópata no habla de mística en su consulta. Analiza al paciente para ver qué está somatizando en la psique y el alma y de ahí al cuerpo. No es mística, es pura lógica. Porque el conocimiento de uno mismo permite limpiar el alma de conflictos y evitar enfermedades.

--¿Es una medicina alternativa o un complemento?

--Es una medicina alternativa y una alternativa a la medicina.