Los ojos de Socorro Benítez, natural de Añora pero vecina de Pozoblanco, no ven como usted o como yo simples frutas, verduras y hortalizas cuando tiene delante una cebolla, una piña, un pepino o una sandía. Ella ve un mundo de posibilidades para sorprender de una manera realmente original a quienes se quieren dejar seducir por sus trabajos. En tiempos de crisis, esta mujer emprendedora se introduce en el mundo laboral utilizando su imaginación, siempre sin dejar de aprender mientras atiende las peticiones de quienes solicitan sus servicios.

Socorro Benítez, nuestra protagonista, define su trabajo como arte frutal y vegetal. "Consiste en tallar frutas, hortalizas y verduras logrando efectos originales". De esta manera, se consigue adornar cualquier tipo de celebración con un toque diferente. Socorro le puede hacer una flor utilizando un simple pepino, por poner un ejemplo, y hacer un centro de mesa o lo que usted prefiera si lo que busca es agradar a alguien especial y hacerle un regalo. Sus obras son un buen sustituto de la tradicional cesta de frutas o el ramo de flores. "Es la combinación de ambas cosas", apostilla.

Ella hace hincapié en que puede realizar cualquier motivo dependiendo de la persona a la que el trabajo vaya dirigido. Desde un pez con una naranja a una ovejita con coliflores o un cisne con una manzana, si lo que desea es sorprender, por ejemplo, a un niño. "Le puedo hacer cosas sencillas o composiciones mucho más complicadas y elaboradas", afirma.

Esta artista del tallaje de frutas y vegetales entró en este mundo después de pensarlo detenidamente. "Llevaba algún tiempo dándole vueltas a la idea de dedicarme profesionalmente al tallaje de frutas, pero el empujón definitivo me lo dieron amigos y familiares a los que he regalado centros en diversas ocasiones, bien por cumpleaños, bautizos o alguna boda, y siempre elogiaban el trabajo. Cada vez que hacía uno, ellos me decían que debía darlo a conocer a otras personas".

Sepa que cualquier fruta o verdura puede ser tallada, pero debe tener en cuenta el motivo que se va a realizar y cómo va a ser la composición y en qué lugar se va a colocar cada elemento. También hay que tener en cuenta el grado de maduración de las piezas, porque no se pueden tallar frutas demasiado maduras, pero tampoco poco hechas.

Si se preguntan si las obras de Socorro Benítez son comestibles, la respuesta es que lo son totalmente, ella las conserva adecuadamente y le da consejos para que usted haga lo mismo y, finalmente, las pueda degustar.

Sus trabajos son todos originales porque no repite ninguno; sin embargo, entre los que ha hecho hasta el momento se queda, por emotivo, con uno que le hizo por su 18 cumpleaños a un sobrino con motivos alusivos a sus aficiones: el Real Madrid y la Peña Los Leones de Pozoblanco, donde jugaba al fútbol.