La Virgen del Rocío entró ayer en su ermita sobre las 11.50 horas, tras recorrer la aldea de El Rocío, en Almonte (Huelva), durante más de ocho horas, ya que sobre las 03.29 horas los almonteños saltaron la reja para procesionarla por delante de las 110 filiales que han peregrinado hasta la aldea. Según informaron a Europa Press fuentes del Plan Aldea, la tranquilidad fue la tónica predominante a lo largo de toda la procesión, que comenzó más tarde que en otras ocasiones y terminó más temprano, por lo que fue más corta al objeto de que "antes de que apretara el calor la Virgen estuviera en su ermita y no se vieran mermadas las fuerzas". Las mismas fuentes calificaron de "modélico" el transcurso de la procesión, ya que el trono "ha caído mucho menos al suelo" ya que se procuró dejarla con cuidado.

Hay que recordar que el pasado año se produjo la rotura de uno de los varales del paso de la Virgen del Rocío, lo cual hizo que la imagen volviese a su ermita en torno a las ocho de la mañana y por tanto, se acortara la procesión. Este hecho, ha supuesto "un punto de inflexión" y este año ha sido "más calmado".

De otro lado, los sanitarios del 061 desplazados para la atención de los romeros han realizado un total de 1.612 asistencias desde el pasado 22 de mayo.

El presidente de la Hermandad Matriz, Juan Ignacio Reales, explicó ayer que este año en la salida hubo "más calma" que en ocasiones anteriores ya que los almonteños realizaron un pasillo para permitir que la Virgen dejara su ermita con "más tranquilidad". Asimismo, remarcó que la procesión ha estado "en todo su apogeo" para el disfrute de los miles de fieles que se encuentran en la aldea.