--Su libro describe y da soluciones a los problemas más comunes de todas las familias con niños. ¿Así andamos todavía?

--A todas las familias no les da soluciones, porque algunas saben más que yo. Y sí. Estamos en cambio continuo y necesitamos siempre soluciones.

--Estas experiencias reales que comparten millones de madres en todo el mundo, aunque las cuentas con humor, no son tema se risa.

--El humor tiene que estar con nosotros. Es fundamental.

--Los manuales sobre pautas de educación son frecuentes. ¿Qué aporta su libro que le faltan a los demás?

--Aporta el humor, que es importante. Reírnos de nosotros mismos para solucionarlos. Y aporta la historia y la solución inmediata.

--Usted aplica el juego como herramienta para conseguir buenos hábitos en los niños.

--Sí. Efectivamente. Utilizo el juego porque, para inculcar buenos hábitos, la forma más rápida que hay de hacerlo a un niño es a través del juego.

--Las empresas deberían facilitar la conciliación entre la vida familiar y laboral con el teletrabajo o la jornada continua. Pero con la que está cayendo el momento no es el mejor.

--Siempre el momento es bueno y necesario. Si una persona está satisfecha emocionalmente, rinde el triple.

--Usted alerta a las madres del peligro de acudir a internet para informarse de todo lo relacionado con la salud de un bebé. ¿Tan mal está la cosa en la red?

--Alerto de que no entren en foros no científicos y aconsejo que entren en foros científicos.

--El título hace referencia a las mamás primerizas. ¿Pero dónde dejamos a los padres?

--Yo soy mamá y hablo de mamás. Y el próximo que voy a sacar será de papás.

--"No se puede dejar al colegio esta responsabilidad", porque los padres pasan por dar ejemplo.

--Eso es fundamental. Los educadores están para afianzar los hábitos que adquirimos en la casa; y los padres, para educar en valores.

--En el libro aborda también el tema de la obesidad. Usted se muestra contraria a las máquinas expendedoras de comida en los centros escolares.

--Sí. Totalmente contraria a las máquinas de comida basura.

--Las madres podemos levantar empresas cambiando un pañal". ¿No se le queja la CEOE?

--No (ríe). Yo lo he hecho y lo sigo haciendo. Y no se me ha quejado nadie.