Montilla, la Ciudad del Vino, aglutina una inusual afición por la música, lo que se hace patente en la existencia de numerosos colectivos, grupos, coros y bandas que constituyen un importante patrimonio local. Como botón de muestra, el grupo Reunión llenó el Garnelo a rebosar hace unos días en dos sesiones cosechando un éxito clamoroso.

A nivel comarcal, para los jóvenes universitarios que han vivido, hace ya años, experiencias en las tunas de facultad, la música es siempre un vínculo de nostalgia. Así ha nacido el grupo Capachos , que ha irrumpido imparable en la Campiña Sur cordobesa y que amenaza con propagar el entusiasmo con el que ha visto la luz. Sus actuaciones se cuentan por éxitos gracias a una fórmula novedosa de música argumentada para estos 35 intérpretes que han dejado ya atrás su etapa universitaria y que regresan a ella a través de la nostalgia y de la música de todos los tiempos, interpretada con admirable calidad en sus voces, en sus acompañamientos instrumentales y en sus elementos textuales.

El presidente de los Capachos , José Antonio Alcaide, asegura que el colectivo está abierto a cualquier persona que profese afición por la música y que comparta "nuestra filosofía cordobesa". El éxito alcanzado era impensable hace algunos meses. "Nos ha cogido desprevenidos", reconoce Alcaide con sinceridad. "Creemos que el secreto no es otro que la humildad y el trabajo. Disfrutamos con lo que hacemos y nos ponemos en las manos de nuestro director musical, José María Luque Jurado, que ha sabido darle a cada uno su sitio y conectar con lo que el público demanda".

Capachos será embajador cordobés en el País Vasco gracias al convenio suscrito por la Fundación Viana y el BBK. Música nostálgica y popular para este primer acercamiento cultural entre Córdoba y Bilbao.