Ante la convocatoria de las próximas elecciones en Andalucía, los ciudadanos tienen dos opciones: elegir entre el inmovilismo del PSOE, que lleva gobernando nuestra tierra 30 años y que es el único responsable de su situación actual. O bien optar por el Partido Popular que presenta un programa de gobierno para mejorar Andalucía, basado fundamentalmente en la verdad, la austeridad, la apuesta por la educación y la sanidad como garantía de futuro y bienestar, el compromiso de ayuda a nuestros mayores y a las personas más desfavorecidas y la vertebración de su actuación política en la creación de empleo.

Creo, más que nunca, que se puede resolver la situación actual y que es posible la esperanza de una tierra mejor.

Al mismo tiempo creo que no la puede cambiar quién ha sido el culpable de generar esta pésima situación, con independencia de la manera de gobernar que ha tenido el PSOE y que en estos últimos meses estamos conociendo a través de los graves casos de gestión fraudulenta de altos cargos socialistas en la Junta de Andalucía.

En nuestra mano está la posibilidad de alcanzar el cambio andaluz. Seguir con lo mismo es continuar con el desempleo y con la falta de oportunidades. Solo hay que mirar en nuestra ciudad o a nuestra provincia, con una tasa de paro extrema, con miles de familias en situación dramática, y con unas carencias importantes que nos sitúan en desventaja con respecto a otras provincias.

Me pregunto dónde están las promesas que el PSOE hizo a los cordobeses durante tanto tiempo, dónde quedaron la Ciudad de la Justicia, la reforma del hospital Reina Sofía, la Autovía del Olivar, el hospital de Palma del Río, y un largo etcétera que alcanza más de 100 proyectos de Córdoba que se han quedado en el camino.

Es el momento de la verdad y del cambio, de ofrecer una respuesta real y viable, de hablar claro a las personas. Es el momento de que un andaluz como Javier Arenas, que conoce muy bien las necesidades de Córdoba, traiga a Andalucía el buen gobierno que todos merecemos.