Este cordobés es uno de los pocos árbitros internacionales de pádel españoles. En su trayectoria deportiva, ha sido juez en más de 150 torneos, tanto nacionales como fuera de nuestras fronteras

--¿Cómo comenzó en esto del arbitraje?

--En el arbitraje ya hace casi 15 años. En mi club pusieron una pista y me picó el gusanillo. Este deporte empezó a ponerse de moda. En Córdoba comencé a jugar con los primeros que se animaron y que, poco a poco, me fueron metiendo en este mundo y me fui enganchando hasta que pasé de jugar a lo que ahora mismo hago, que es arbitrar.

--¿No era lo suficientemente bueno y por eso tomó la vía del arbitraje?

--Has acertado de pleno. Era malísimo. No, era normalito, jugaba para divertirme con los amigos, y de competición nada.

--¿La preparación física en este nuevo campo es elevada?

--No, de preparación física nada, es más el cansancio psicológico. Es un trabajo de organización: horarios, partidos, fichas... Que no haya problemas. La presión psicológica es tremenda, porque se compactan muchos partidos en un espacio de tiempo muy pequeño.

--¿Se puede vivir del arbitraje?

--Vivir no, se puede sacar algo para tus caprichos, pero no como un salario para sacar a una familia adelante. No, porque no hay constantemente torneos. Los profesionales, los del Top Ten, si pueden vivir de esto.

--En Argentina el pádel es uno de los deportes más importantes y de los más practicados. ¿Cómo está valorado aquí en España?

--Somos el segundo deporte más practicado de España. Parece que no, pero después del fútbol está el pádel. Hay muchísimas pistas, y cada año se abren más y hay más practicantes. Argentina es como si fuera la madre, aunque nació en México y se trasladó a Marbella, pero donde han salido los mejores deportistas ha sido en Argentina.

--Con tan buenos resultados, ¿aspiran a desbancar al fútbol?

--No, eso es imposible. No creo ni que nos acerquemos, estamos a años luz. Lo importante es el deporte, que la gente practique lo que quiera, pero que haga deporte.

--Dicen que este es un deporte de pijos o por lo menos sus orígenes lo fueron. ¿Hoy lo sigue siendo?

--Es el segundo deporte más practicado, ¿tú crees que todos son pijos?. Eso era antes, ahora juega muchísima gente tanto a nivel local como internacional. Hay de todo: pijos, no pijos, gente de su padre y de su madre... Lo importante es que es un deporte de deportistas.

--Y en España, ¿tenemos una buena cantera?

--Hay una muy buena cantera. En los mejores circuitos de menores salen ganadores españoles, pero les falta ese hambre de competición que tienen los argentinos, porque allí, pasado ese periodo de competición, continúan, y aquí, en España, se estancan. Dejan la competición.