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Magno Vía Crucis

Un legado de fe, arte e historia en el corazón de la ciudad

El Magno Vía Crucis de Córdoba, organizado por la diócesis y la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad, se alza como un evento de gran transcendencia histórica, espiritual y artística, que pone de manifiesto la profunda raíz cofrade y la riqueza patrimonial que atesora la Diócesis de Córdoba

Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto por el Patio de los Naranjos.

Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto por el Patio de los Naranjos. / A.J GONZÁLEZ

Córdoba

La ciudad de Córdoba acogerá el 11 de octubre un acontecimiento histórico para el mundo cofrade: un Magno Vía Crucis, bajo el lema ‘Córdoba, Vía Sacra de Occidente. 600 años de oración desde Scala Coeli’.

El acto, organizado por el Obispado y la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, conmemorará el inicio del rezo del Santo Vía Crucis en Occidente, cuyo origen se remonta al año 1425 en el convento dominico de Scala Coeli, gracias a la figura del beato cordobés Álvaro de Córdoba, patrón de las hermandades y cofradías de Córdoba, quien sembró una tradición que ha marcado durante siglos la espiritualidad popular. Seis siglos después, Córdoba honra su legado con una celebración que reunirá a imágenes de distintas hermandades de la capital y de la provincia en un recorrido de profunda carga simbólica, artística y religiosa.

Importancia de las tallas

El Magno Vía Crucis no solo será una manifestación de fe y devoción, sino también una muestra extraordinaria del rico patrimonio artístico y escultórico de la provincia. Las tallas que forman parte de esta procesión representan una de las expresiones más sublimes del arte sacro. Estas imágenes, muchas de ellas centenarias y obra de destacados maestros escultores, son verdaderos testimonios vivos de la tradición cofrade y religiosa cordobesa. Cada talla posee una identidad única, fruto de distintas épocas, estilos y escuelas, que van desde el mejor barroco hasta las formas más expresivas de la imaginería del siglo XX. Esta diversidad estilística contribuye a conformar un relato visual coherente que permite al espectador adentrarse en la profundidad del misterio de la Pasión a través del lenguaje universal del arte.

La participación de tallas procedentes de distintas localidades de la provincia, como Priego de Córdoba, Puente Genil, Montilla o la propia capital, permite también apreciar la riqueza cultural y artística de Córdoba en su conjunto, evidenciando cómo cada pueblo ha aportado su propia impronta a la tradición cofrade, creando un patrimonio común que se muestra unido y vivo en esta gran celebración.

Por todo ello, el Magno Vía Crucis se configura como una oportunidad única para contemplar no solo un acto de fe, sino también una exposición itinerante de alta calidad artística que reafirma el valor cultural de las hermandades y cofradías como guardianas de un legado imprescindible para la identidad de Córdoba y su provincia. Así en este recorrido por la Pasión se podrán ver obras tan destacadas como el Santísimo Cristo de las Aguas (Palma del Río); Santísimo Cristo de la Caridad (Pozoblanco); Nuestro Padre Jesús del Calvario (Córdoba); Nuestro Padre Jesús de la Fe en la Sagrada Cena (Córdoba); Oración en el Huerto (Cabra); Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado (Córdoba); Nuestro Padre Jesús de la Columna (Priego de Córdoba); Nuestro Padre Jesús Humilde en su Coronación de Espinas (Córdoba); Nuestro Padre Jesús de los Afligidos (Puente Genil); Nuestro Padre Jesús de la Pasión (Córdoba); Cristo de Zacatecas (Montilla); Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto (Córdoba); Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento (Córdoba); Nuestro Padre Jesús del Perdón (Córdoba); Nuestro Padre Jesús de la Redención (Córdoba); Nuestro Padre Jesús de la Sentencia (Córdoba); Nuestro Padre Jesús de la Columna (Lucena); Nuestro Padre Jesús en su Coronación de Espinas (Fernán Núñez); Nuestro Padre Jesús Nazareno (Córdoba); Nuestro Padre Jesús Caído (Aguilar de la Frontera); Nuestro Padre Jesús del Buen Suceso (Córdoba); Santísimo Cristo de la Expiración (La Rambla); Santísimo Cristo de la Oración y la Caridad (Córdoba); Santísimo Cristo de las Penas (Córdoba); Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas (Córdoba); Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro (El Carpio) y Nuestro Señor Resucitado (Córdoba).

El conjunto de tallas, tanto de la capital como de la provincia que forman parte de esta procesión, representa una de las expresiones más sublimes del arte sacro.

En cuanto a las imágenes marianas, están la Virgen de las Angustias (Córdoba); Nuestra Señora de las Angustias (Montoro); María Santísima de la O (Córdoba); María Santísima de la Esperanza del Valle (Córdoba); María Santísima de la Esperanza (Córdoba); María Santísima de la Paz y Esperanza Coronada (Córdoba) y Nuestra Señora de los Dolores (Córdoba).

Distribución de las imágenes

Las imágenes de las hermandades de la provincia que participarán en este magno acontecimiento quedarán expuestas al culto en distintas iglesias del casco histórico cordobés antes de iniciar sus traslados. De este modo, el Santísimo Cristo de las Aguas de Palma del Río se ubicará en la parroquia de San Miguel, mientras que el Santísimo Cristo de la Caridad, de Pozoblanco, recibirá culto en la parroquia de San José y Espíritu Santo. La imagen de la Oración en el Huerto, de Cabra, será acogida por la parroquia de San Fernando y Nuestro Padre Jesús en la Columna, de Priego de Córdoba, estará expuesto en la Basílica de San Pedro.

Nuestro Padre Jesús de los Afligidos, de Puente Genil, será acogido por la parroquia de San Andrés, y el Cristo de Zacatecas, de Montilla, estará en la Santa Iglesia Catedral. Por su parte Nuestra Señora de las Angustias, de Montoro, estará en la iglesia de San Agustín; Nuestro Padre Jesús en la Columna, de Lucena, y Nuestro Padre Jesús Caído, de Aguilar de la Frontera, permanecerán en la parroquia de San Francisco y San Eulogio. Nuestro Padre Jesús en su Coronación de Espinas, de Fernán Núñez, se encontrará en la basílica de San Pedro, mientras que el Santísimo Cristo de la Expiración, de La Rambla, quedará expuesto en la iglesia de San Agustín, y Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro de El Carpio, estará en la asílica de San Pedro.

Las imágenes de las hermandades participantes de la provincia quedarán expuestas al culto en las distintas iglesias del casco histórico de la ciudad.

En el caso de las hermandades de Córdoba, estarán expuestas en sus respectivas sedes canónicas, donde se podrán visitar durante toda la mañana previa al evento. Esta visita matinal permitirá observar de cerca los detalles, los exornos florales, los enseres y la disposición de los pasos, con una calma imposible de encontrar durante la procesión. Ya por la tarde, cada hermandad iniciará su recorrido desde su sede canónica en el caso de las de Córdoba o, desde el templo asignado aquellas que llegan de la provincia. Todas ellas se dirigirán al recorrido común que discurrirá por Amador de los Ríos, Torrijos, y Cardenal Herrero, accediendo por la Puerta del Perdón al Patio de los Naranjos y a la Santa Iglesia Catedral por la Puerta de las Cofradías. Las cofradías que no se queden en el templo Mayor de la diócesis abandonarán el Patio de los Naranjos por la Puerta de Santa Catalina. La primera de las hermandades entrará en la carrera oficial a las 18.30 horas, mientras que la última, la hermandad del Resucitado de Córdoba, lo hará a las 23.00 horas.

Según informó la Agrupación de Cofradías, el grueso de las hermandades participantes en este evento accederán al recorrido común por Santa Teresa de Jornet, las que lleguen por el Paseo de la Ribera y Ronda de Isasa, y por Santos Mártires, las que lo hagan por la calle Doctor Fleming.

Todas las hermandades pasarán ante un altar situado en el cruce de Amador de los Ríos y Torrijos, presidido por la imagen del Cristo de San Álvaro, una talla anónima venerada en el convento de Scala Coeli y tan vinculado al beato Álvaro de Córdoba, que saldrá a las 18.00 horas desde la parroquia de Nuestra Señora de la Paz (San Basilio).

En lo que respecta al cortejo procesional que acompañará a cada uno de los pasos participantes en el Magno Vía Crucis de Córdoba, se ha establecido una organización común que busca garantizar la uniformidad. Así, el cortejo se abrirá con la presencia de una cruz de guía, acompañada por un máximo de cuatro personas, que marcará el inicio de cada hermandad en el recorrido común. A continuación, se dispondrán hasta veinticinco parejas de hermanos portando cirios. A mitad del cortejo, se situará el estandarte corporativo, insignia identificativa de cada cofradía, escoltada por cuatro varas de acompañamiento. Esta sección funciona como núcleo institucional del cortejo, en el que se materializa la presencia oficial de cada hermandad ante el acto diocesano.

Cristo de la Expiración. La imagen llega desde La Rambla para participar en el Magno Vía Crucis.

Cristo de la Expiración. La imagen llega desde La Rambla para participar en el Magno Vía Crucis. / CÓRDOBA

La presidencia ocupará el tramo inmediatamente anterior al paso, con un máximo de quince integrantes, entre los que figurarán representantes de la junta de gobierno, hermano mayor, consiliario o invitados institucionales, en función de lo que determine cada corporación y, finalmente, el cuerpo de acólitos.

Una experiencia devocional

La solemne conmemoración se presenta como una experiencia devocional y cultural que integra, no solo la meditación sobre las estaciones de la Pasión, sino también la riqueza histórica, geográfica y espiritual de toda la provincia. Este evento único reunirá a hermandades y cofradías de múltiples localidades, configurando un mosaico vivo que refleja la diversidad y la profundidad de la fe en Córdoba.

La celebración se estructura en cuatro bloques temáticos, cada uno con una identidad propia pero interconectados en un relato coherente y enriquecedor. Estos bloques no solo seguirán el itinerario tradicional del vía crucis, sino que también estarán articulados en torno a las hermandades y localidades participantes, muchas de las cuales representan a pequeños y grandes pueblos de la provincia, así como a la propia capital.

Estructura del evento

El primer bloque es el de las hermandades relacionadas con el Vía Crucis o con el beato Álvaro. En este bloque se rendirá homenaje a las hermandades directamente vinculadas con la figura del beato Álvaro de Córdoba y con la devoción al ejercicio del Vía Crucis. Este bloque lo componen cinco hermandades de Córdoba y la provincia: el Santísimo Cristo de las Aguas de Palma del Río; el Santísimo Cristo de la Caridad de Pozoblanco; Nuestro Padre Jesús del Calvario de Córdoba; Nuestro Padre Jesús de la Fe en su Sagrada Cena de Córdoba y la Virgen las Angustias de Córdoba.

Segundo bloque: Vía Crucis según el beato Álvaro de Córdoba. El segundo bloque del acto ofrecerá una relectura del Vía Crucis desde la perspectiva espiritual del beato Álvaro de Córdoba, quien vivió la Pasión de Cristo con una fe serena y una intensa interioridad. Esta propuesta se articula en torno a las ocho estaciones creadas por el dominico: primera estación, La Oración en el Huerto (Oración en el Huerto de Cabra); segunda estación, El Prendimiento (Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado de Córdoba); tercera estación, La Flagelación (Nuestro Padre Jesús de la Columna, de Priego de Córdoba); cuarta estación, La Coronación de Espinas (Nuestro Padre Jesús en su Coronación de Espinas de Córdoba); quinta estación, Jesús es presentado al Pueblo (Nuestro Padre Jesús de los Afligidos de Puente Genil); sexta estación, Jesús cargando con la Cruz (Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Córdoba); séptima estación, La Muerte en la Cruz (Cristo de Zacatecas de Montilla) y octava estación, Descendimiento de Jesús de la cruz y depositado en brazos de la Virgen (Nuestra Señora de las Angustias de Montoro).

El misterio de la Hermandad de La Merced protagonizará la cuarta estación del vía crucis.

El misterio de la Hermandad de La Merced protagonizará la cuarta estación del vía crucis. / CÓRDOBA

El tercer bloque es el Jubileo 2025, Peregrinos de esperanza. Este tercer bloque de la celebración tendrá como eje central a la Virgen María, en sintonía con el lema del Jubileo 2025, «Peregrinos de esperanza». Bajo esta premisa, se ofrecerá una mirada mariana del camino cristiano, presentando a la Virgen como guía en el dolor y como símbolo de esperanza.

Con este enfoque, el tercer bloque se suma al espíritu jubilar de renovación espiritual, animando a los fieles a recorrer el camino de la vida con la mirada puesta en María, compañera fiel en la peregrinación hacia Cristo resucitado. Este bloque lo conformarán los pasos de palio de María Santísima de la O; María Santísima de la Esperanza del Valle; María Santísima de la Esperanza y María Santísima de la Paz y Esperanza coronada, todas titulares marianas de cofradías de la capital.

El cuarto bloque es el vía crucis de San Juan Pablo II. Este cuarto y último bloque estará centrado en el vía crucis bíblico, impulsado por San Juan Pablo II, una propuesta que incorpora estaciones tomadas directamente de los evangelios y que, aunque ausentes en el esquema tradicional, ofrecen una mirada más completa y profundamente evangélica de la Pasión de Cristo.

La celebración se estructura en cuatro bloques temáticos, cada uno con una identidad propia, pero interconectados en un relato coherente.

Este recorrido contará con la participación de imágenes procedentes de diversas hermandades, tanto de Córdoba capital como de la provincia, La novedad más destacada de este bloque será la inclusión de la decimoquinta estación: la Resurrección de Nuestro Señor, que cerrará el recorrido y será representada por la imagen del Resucitado de Córdoba.

Con ella, se subraya el mensaje central de la fe cristiana: la victoria definitiva de la vida sobre la muerte y la esperanza que nace de un sepulcro vacío. La secuencia arranca con la primera estación: la Oración en el Huerto (Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto de Córdoba); segunda estación, Jesús, traicionado por Judas, es arrestado (Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento de Córdoba); tercera estación, Jesús ante Anás (Nuestro Padre Jesús del Perdón de Córdoba); cuarta estación, Jesús es condenado por el Sanedrín (Nuestro Padre Jesús de la Redención de Córdoba); quinta estación, Jesús es condenado a muerte por Pilatos (Nuestro Padre Jesús de la Sentencia de Córdoba); sexta estación, La Flagelación y Coronación de Espinas (Nuestro Padre Jesús de la Columna de Lucena y Nuestro Padre Jesús en su Coronación de Espinas de Fernán Núñez); séptima estación, Jesús cargando con la Cruz (Nuestro Padre Jesús Nazareno de Córdoba); octava estación, Jesús es ayudado por Simón el Cirineo a llevar la cruz (Nuestro Padre Jesús Caído, de Aguilar de la Frontera); novena estación, Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén (Nuestro Padre Jesús del Buen Suceso de Córdoba); décima estación, La Crucifixión (Santísimo Cristo de la Expiración de La Rambla); decimoprimera estación, La promesa al Buen Ladrón (Santísimo Cristo de la Oración y la Caridad de Córdoba); decimosegunda estación, Jesús en cruz, su madre y el discípulo (Santísimo Cristo de las Penas de Córdoba); decimotercera estación, La Muerte en la Cruz (Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas de Córdoba) y decimocuarta estación, El Sepulcro (Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro de El Carpio y Nuestra Señora de los Dolores de Córdoba) y decimoquinta estación, La Resurrección (Nuestro Señor Resucitado de Córdoba).

La música procesional desempeñará un papel fundamental en el desarrollo del vía crucis, sobre todo, en los traslados de ida y vuelta.

La música

La música procesional desempeñará un papel fundamental en el desarrollo del Magno Vía Crucis de Córdoba, tanto en los traslados de ida y vuelta de las imágenes, como durante el recorrido común por el entorno de la Catedral. Será uno de los elementos que contribuirá a dotar de una atmósfera solemne. Durante los traslados particulares, cada una de las hermandades participantes contará con el acompañamiento musical que haya elegido y contratado previamente, acorde con el estilo propio de la cofradía y la idiosincrasia de su imagen titular.

Esto permitirá una gran variedad de sonoridades y estilos interpretativos, desde bandas de cornetas y tambores, agrupaciones musicales, bandas de música completas hasta música de capilla que acompañarán a los palios y a los Cristos que lo requieren. Este despliegue musical ofrecerá, por tanto, una rica diversidad de matices que hará aún más especial el paso de las cofradías por las calles de Córdoba.

Sin embargo, el momento más uniforme llegará con el recorrido común del Magno Vía Crucis. Allí, y en línea con la naturaleza del acto, se ha previsto una ambientación musical única y común para todos los pasos, cuidadosamente seleccionada para subrayar el carácter contemplativo del evento. En este tramo, la música no será interpretada por las bandas de cada hermandad, sino que se dispondrá de una ambientación sonora centralizada.

Uno de los anuncios más significativos de este evento ha sido la composición de una marcha procesional original, concebida específicamente por Manuel Roldán Roldán para el Magno Vía Crucis, La pieza ha sido encargada por la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, que señaló que «la elección de Roldán responde a su reconocida trayectoria musical, al querer la Agrupación de Hermandades y Cofradías una marcha para interpretarla las agrupaciones musicales, así como por su estrecha vinculación con nuestra ciudad y con esta institución, con la que ha colaborado en diversas ocasiones anteriores. Su sensibilidad artística y profundo conocimiento de la música procesional andaluza han sido determinantes para confiarle esta composición». La nueva marcha que, según señala el máximo ente cofrade «no solo enriquecerá el acto en sí, sino que también permanecerá como legado sonoro de una jornada que se prevé histórica para nuestra ciudad y nuestras hermandades».

El regreso a los templos

Tras la celebración del Magno Vía Crucis, las distintas hermandades participantes comenzarán el regreso de sus pasos a sus respectivos lugares de origen, unas vueltas que se extenderán hasta el 18 de octubre.

La primera jornada de retornos tendrá lugar la noche del 11 de octubre. Así, una vez finalizado el acto central, se activará un dispositivo especial para facilitar el regreso procesional de varias de las hermandades participantes a sus respectivos templos. En total, serán ocho las corporaciones que realizarán sus traslados de vuelta durante la madrugada: las hermandades del Calvario, Pasión, Nuestra Señora de la O, Esperanza, Paz y Esperanza, Oración en el Huerto, Sentencia y Nuestra Señora de los Dolores.

Tras la celebración del vía crucis las distintas hermandades participantes comenzarán el regreso de sus pasos a sus respectivos lugares de origen.

Los traslados se desarrollarán de forma escalonada a lo largo de la madrugada. La Agrupación de Cofradías y el Ayuntamiento coordinarán el dispositivo de seguridad y tráfico para garantizar el buen desarrollo de los itinerarios de vuelta.

El segundo día de retorno será el lunes 13 de octubre, coincidiendo con el traslado del festivo nacional del 12 de octubre (Día del Pilar), cuando regresen a su templo, la parroquia del beato Álvaro de Córdoba, los pasos de la hermandad de la Sagrada Cena: Jesús de la Fe y el paso de palio de María Santísima de la Esperanza del Valle.

La recta final del ciclo de traslados tras el Magno Vía Crucis continuará el viernes 17 de octubre, con el retorno de la hermandad del Remedio de Ánimas a su sede canónica, la parroquia de San Lorenzo Mártir.

Y, finalmente, el sábado 18 de octubre un nutrido grupo de hermandades participantes en el histórico acto emprenderá el regreso de sus imágenes titulares a sus templos de origen. En total, serán doce las cofradías que realizarán sus respectivos recorridos de vuelta: Angustias, Rescatado, Coronación de Espinas, Prendimiento, Perdón, Redención, Jesús Nazareno, Buen Suceso, Conversión, Penas de Santiago, así como la hermandad del Huerto de Cabra, que será trasladada hasta la iglesia de San Fernando, y la del Resucitado a la parroquia de Santa Marina.

Una vez concluido el Magno Vía Crucis y sus sucesivos traslados en la capital, las imágenes procedentes de distintas localidades de la Diócesis de Córdoba pondrán fin a su participación en los actos conmemorativos de forma más discreta.

La dolorosa de San Andrés forma parte del bloque dedicado al jubileo de la Esperanza.

La dolorosa de San Andrés forma parte del bloque dedicado al jubileo de la Esperanza. / CÓRDOBA

A diferencia de las cofradías cordobesas, estas corporaciones foráneas no realizarán procesión pública de regreso a sus templos, sino que completarán su retorno mediante transportes extraordinarios y privados. Entre las imágenes que volverán a sus localidades de origen por este procedimiento se encuentran el Cristo de las Aguas de Palma del Río, el Cristo de la Caridad de Pozoblanco, el Cristo de la Columna de Priego de Córdoba, los Afligidos de Puente Genil, el singular Cristo de Zacatecas, la Virgen de las Angustias de Montoro, la Columna de Lucena, la Coronación de Espinas de Fernán Núñez, Jesús Caído de Aguilar de la Frontera, la Expiración de La Rambla y el Santo Sepulcro de El Carpio.

El Magno Vía Crucis de Córdoba se alza como un evento de gran trascendencia histórica, espiritual y cultural que pone de manifiesto la profunda raíz cofrade y la riqueza patrimonial de la diócesis.

A través de un recorrido minuciosamente diseñado, que conjuga la presencia de imágenes centenarias de la capital y de la provincia, este acto ha recordado y honrado el legado del beato Álvaro de Córdoba, impulsor del primer vía crucis en Occidente hace seis siglos.

Este Magno Vía Crucis se recodará como un ejercicio de unidad diocesana, que ha sabido congregar a hermandades de múltiples localidades en un gesto de comunión y fraternidad, reforzando el sentido de pertenencia a una comunidad de fe viva y activa.

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