El triduo a San Rafael comienza el próximo 3 de mayo en el Juramento

La basílica del Juramento acoge desde el próximo miércoles 3 de mayo a las 20.00 horas el triduo al arcángel San Rafael con motivo de su aparición al venerable padre Andrés de las Roelas, que tuvo lugar el 7 de mayo de 1578. El triduo se prolongará hasta el día 5 de mayo, cuando la hermandad celebrará función principal oficiada por el rector de la basílica del Juramento y director espiritual de las hermandad, Fernando Cruz-Conde.

Según la tradición, el 7 de mayo tuvo lugar la quinta y última aparición del Arcángel San Rafael al padre Andrés de las Roelas, momento en el que le revela que era el custodio de la ciudad y que las reliquias de los Santos Mártires veneradas en San Pedro eran auténticas, siendo este el motivo por el que la hermandad recuperó hace años este triduo en honor del arcángel.

Como colofón a este triduo, el próximo sábado, 6 de mayo, la imagen de San Rafael saldrá nuevamente en procesión desde la basílica del Juramento hasta la basílica menor de San Pedro, para hacer estación ante las reliquias de los Santos Mártires de Córdoba.

El cortejo, que contará con el acompañamiento musical de la banda de la Esperanza, partirá del Juramento a las 19.00 horas para completar el siguiente recorrido: Plaza del Juramento de San Rafael, Virgen de Villaviciosa, Santa María de Gracia, Realejo, plaza de San Andrés, San Pablo, Capitulares, Rodríguez Marín, plaza de la Corredera, plaza del Socorro, plaza de la Almagra, Escultor Juan de Mesa y plaza de San Pedro.

Tras el paso por el interior de la basílica de San Pedro, el cortejo retornará a la basílica del Juramento por escultor Juan de Mesa, plaza de la Almagra, Gutiérrez de los Ríos, Fernán Pérez de Oliva, plaza de San Andrés, Realejo, Santa María de Gracia, Virgen de Villaviciosa y plaza de San Rafael, entrando en su templo alrededor de las 23.00 horas.

Una procesión que la hermandad del Arcángel San Rafael ha acordado que sea en rogativa «por la falta de lluvia y para poder obtener por su intercesión el don para que vuelvan las lluvias, tan necesarias para todos y, en especial, para los agricultores y ganaderos».