Tarde de pregones que anticipan la llegada de la Semana Santa de Córdoba

Dos importantes pregones coincidieron en la tarde de este sábado de Cuaresma, por un lado el pregón del costalero a cargo del tallista José Carlos Rubio y por otro el pregón de la juventud cofrade este año pronunciado por el joven cofrade de las hermandades de Ánimas, Caído y Socorro, Raúl Muñoz.

En lo que respecta al primero, tuvo lugar en la capilla del colegio de Santa Victoria en una cita organizada por la hermandad de la Sagrada Cena. Previamente al acto tuvo lugar un mini-concierto de la Agrupación musical de la Sagrada Cena, en el transcurso del mismo se estrenó la marcha En tu cáliz la fe, obra del joven músico Santiago Doctor Luque. 

En cuanto al pregón, José Carlos Rubio, que fue introducido en el atril por el cofrade Francisco Román, fue declamando un texto cargado de vivencias en torno al mundo del costal, donde afloró su trayectoria como costalero en las distintas cuadrillas por las que ha pasado. Asimismo, fue citando a distintos costaleros y capataces que ha formado parte de su trayectoria en el mundo del costal.

Como originalidad, hay que destacar que durante el pregón el reconocido pintor cordobés y amigo personal del pregonero, Rafael Cervantes, estuvo pintando en directo la imagen del Nuestro Padre Jesús de la Fe, cuyo trabajo se fue retransmitiendo a través de una pantalla.

Mientras en Santa Victoria José Carlos Rubio exaltaba el mundo del costal, en la iglesia de San Pablo el joven Raúl Muñoz tomaba el atril para desgranar un emotivo y sentido pregón de la juventud cofrade. El pregonero leyó un elaborado texto donde combinó la prosa y el verso con partes muy emotivas en las que la voz fue acompañada por marchas a piano, dejando momentos de gran brillantez.

Con la ciudad de Cordoba como telon de fondo fue nombrando a las distintas cofradías, primero con las imágenes de cristo y luego con las de virgen. Ya avanzado el pregón, dedicó hermosas palabras a las hermandades del Crísto de Remedio de Ánimas y a Jesús Caído. “Yo también lo encuentro, y es luz resplandeciente, en ese primer jueves que reluce más que el sol, pues el mismo sol se posa en lo más alto de la Cuesta de San Cayetano”, señaló emocionado.

Las palabras fieles pasaron a la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad, titular de la hermandad de Jesús Caído. "Me despido como empecé, declarando a los cuatro vientos, ayer, hoy, mañana y siempre, al desvelo en todos mis sueños, al sol del amanecer y el Dolor en el Carmelo, y de mis dudas el apelo que mi madre que siempre estará en la tierra o en el cielo, que por nombre es Soledad mi beso que es el tuyo, y que para ti es un te quiero”.

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