Viernes de devoción renovada entre los cofrades de Córdoba

De nuevo el calendario nos ha llevado al primer viernes de marzo, este año inserto en la Cuaresma, así a los actos propios de estos días se unen los de este señalado viernes que en la ciudad se vive con especial dedicación.

Una fría mañana dio paso a una soleada tarde que invitaba a pasear por las calles y buscar en los templos la devoción de siempre. Una devoción que, año tras año, palpita a los pies de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado una imagen expuesta a la veneración de los fieles en el crucero de la parroquia de Nuestra Señora de Gracia (Padres Trinitarios), dispuesto sobre la peana de su antiguo paso y escoltado por cera y flor. Como dosel, el altar del concluido quinario presidido por la Virgen de la Amargura.

Durante toda la jornada fueron cientos los fieles que se postraron ante las plantas del Señor de las promesas, que un año más estuvo fiel a su cita de cada primer viernes de marzo.  

Muy cerca, en el Santuario de María Auxiliadora, se encontraba expuesta en besamanos la imagen de Nuestro Padre Jesús Divino Salvador en su Prendimiento. El Señor, que bajó de su altar del quinario, lució con túnica bordada escoltado por hachones y con jarras con distintas variedades florales en color morado.  

Fueron muchos los fieles que a lo largo del día se acercaron hasta María Auxiliadora, si bien, fue muy especial la visita de los niños y jóvenes del colegio Salesianos que durante la mañana pasaron ante la imagen del Señor.

Siguiendo este camino de oración, buscando las imágenes de las cofradías, llegamos hasta la parroquia de San Lorenzo, donde estaba expuesto en besapiés el Cristo del Remedio de Ánimas, su capilla se había convertido en una nueva lección de catequesis. En esta ocasión la corporación del Lunes Santo ha querido promover una profunda reflexión basada en una idea que en el altar se presenta con una frase latina que traducida dice «la verdad te dirá en qué espejo reflejarte».

Así, se pudieron ver dos espejos con el que pretenden que el espectador pueda realizar un ejercicio de reflexión sobre sus obras en la vida y podrá verse reflejado con sus virtudes o sus pecados.

Tras ello, se encuentra una puerta en la parte central que conduce a la única verdad, Jesucristo representado por el imponente Cristo de Ánimas, al que «solo puede llegarse por medio de la puerta estrecha que significa que tenemos que ser pequeños, pobres para pasar fácilmente» explica la cofradía.

Un profundo mensaje alrededor del Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas ambientado en el característico color negro, faroles encendidos y flor color morada. El incienso y la música hicieron el resto para trasladarnos a una tarde cargada de autenticidad penitencial.

También la pro-hermandad de la Salud de Puerta Nueva expuso a su titular Nuestro Padre Jesús de la Salud en su divina misericordia en la puerta de la parroquia de Nuestra Señora el Carmen donde recibió a lo fieles en una intensa tarde de Cuaresma que anticipó lo que está por llegar. 

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