Todo aquel que en estos últimos meses se haya acercado a la capilla de Jesús Nazareno Rescatado en la iglesia de los Trinitarios habrá podido comprobar que en su camarín está la Virgen de la Amargura ya que el Señor de las promesas ha estado durante estos últimos meses en el taller de restauración Regespa, donde ha sido sometido a un proceso de restauración que afecta sobre todo a la consolidación de la policromía desgastada por el paso de los años.

Queda muy poco para que concluya la espera y poder ver los resultados de esta intervención que sin duda le devolverá el esplendor a una de las imágenes mas queridas de la ciudad. Así el próximo 13 de noviembre el Señor será devuelto al culto, lo hará en el convento de Santa Marta, donde las Hermanas Jerónimas lo velarán y custodiarán como ya hicieran hace 30 años. Ya por la tarde será trasladado a su sede canónica, la hermandad ha previsto una procesión donde la imagen irá sobre una parihuela con un recorrido que lo llevará hasta Trinitarios pasando antes por la avenida que lleva su nombre en el barrio de la Viñuela.

Al día siguiente, 14 de noviembre, a las 12.30 horas, tendrá lugar una misa de acción de gracias, quedando la imagen expuesta hasta el miércoles siguiente en veneración extraordinaria por los fieles y devotos.

No es la primera vez que la devota imagen de Jesús Rescatado es intervenida ya en 1991 fue restaurado por Miguel Ángel Pérez Fernández y sufragada en parte por sus devotos (aún se recuerdan las huchas que había en los comercios pidiendo limosna para restaurar al Señor).

Una talla que llegó a Córdoba en el año 1713

Unas labores necesarias para preservar una talla que llegó a Córdoba allá por el año 1713, obra del escultor Fernando Díaz de Pacheco por encargo del trinitario Fray Cristóbal de San Juan de Mata. La devoción al cautivo trinitario de Córdoba parte de la famosa imagen madrileña del cautivo de Medinaceli, que según la tradición fue rescatado por los trinitarios en 1681. A partir de este momento la orden dispone que se ponga al culto una imagen de este modelo iconográfico en todos los conventos trinitarios descalzos.

En el caso de Córdoba, la imagen fue entronizada en el convento de los Padres de Gracia el 24 de febrero de 1713 donde hoy permanece.

Desde entonces la imagen del Rescatado está unida a la ciudad de Córdoba de generación en generación, como queda patente todos los viernes del mes y sobre todo el primer viernes de marzo donde cientos de devotos se dan cita en los Trinitarios para dar gracias al Señor por las promesas cumplidas.

Apenas queda una semana para que Jesús Rescatado vuelva a presidir su camarín, mientras tanto todos sus devotos, que son muchos, esperan con impaciencia ver de nuevo el misericordioso rostro de su Señor, el ‘Señor de Córdoba’.