La hermandad de la Misericordia presentó ayer en la basílica de San Pedro la restauración del manto de salida de su titular mariana, Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo.

La pieza fue expuesta en el crucero del templo totalmente extendida para que los asistentes pudieran ver con detalle los trabajos de restauración llevados a cabo, unos trabajos con los que esta emblemática pieza del patrimonio de la hermandad de la Misericordia ha recuperado todo su esplendor.

El manto, que apenas ha sufrido modificación, ha sido sometido a un minucioso trabajo de restauración por parte del taller malagueño de Juan Rosén, quienes ya pasaron a nuevo terciopelo los bordados de los faldones del palio de la Virgen de las Lágrimas en su Desamparo en 2007.

En esta ocasión, los bordados originales del manto han sido recortados y limpiados con todo cuidado con técnicas tradicionales. En este sentido, según expuso uno de los responsables del taller, han sido limpiadas con migas de pan, un proceso que le ha devuelto la luz al apagado oro.

Posteriormente, tras el trazado y punteado del dibujo, los bordados han sido pasados a nuevo soporte textil, en este caso un nuevo terciopelo en el característico color malva adquirido por la hermandad.

Todos los pormenores de la restauración, así como la historia del manto se conocieron, tras unas palabras de agradecimiento del hermano mayor José Manuel Maqueda, a través de una mesa redonda moderada por el hermano de la cofradía y periodista Álvaro Rodríguez del Moral. En la misma intervino Antonio Varo Pineda, cronista de la hermandad de la Misericordia; el historiador del arte Enrique Garrido Montero; Antonio Pérez Gómez y José Manuel Molina Muñoz, responsables de la empresa Bordados en Oro Juan Rosen, SC, quienes, cada uno en su especialidad, fueron dando las claves de este proyecto en el que la hermandad de la Misericordia lleva trabajando durante los últimos años.

La bendición de la pieza tendrá lugar el Domingo de Pasión, 21 de marzo, dentro de la eucaristía que culminará el acto de veneración a la Virgen de las Lágrimas, que este año sustituirá al tradicional besamanos.

En el acto, al que acudieron un gran número de hermanos, así como la junta de gobierno de la hermandad, estuvieron presentes una representación de las Madres Adoratrices de Córdoba, en cuyo taller de la plaza del Vizconde de Miranda, hoy desaparecido, se ejecutó este manto.

Cabe recordar que el manto procesional de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo es una obra excepcional dentro del conjunto de la Semana Santa de Córdoba. El diseño del mismo es obra de Rafael Díaz Peno, autor de gran parte del patrimonio artístico de las hermandad de la Misericordia. La pieza fue bordada en oro fino sobre terciopelo color malva en la década de los 50 del pasado siglo por el taller de bordado las Madres Adoratrices de Córdoba.

En 1959 se concluyó la ejecución del bordado, siendo este mismo año la primera vez que se lució en público, concretamente el 15 de marzo, en el besapiés y besamanos de los titulares de la hermandad.