Desde conductoras de autobús hasta pajes de una cabalgata de Reyes Magos. La variedad de los tipo pegados a la cotidianeidad marcó la tercera sesión de semifinales, en la que alguna aficionada aún no conoce el respeto al trabajo de las agrupaciones y otros compañeros, a pesar de que lo hayan abogado constantemente las agrupaciones a lo largo del concurso. Más allá de este incidente, gran nivel el de la antepenúltima sesión del COAC.

Abrió cortinas la chirigota Las que trabajan en el infierno, que tocaron la fibra sensible con dos pasodobles sobre la crisis de los refugiados, mientras que en su segundo animaron a ausencias de este año como Lonene o Ibáñez a que "vuelvan a pisar estas tablas". Desde Marbella, llegó la comparsa Los Restauradores, que mostraron su lado crítico con un pasodoble sobre el maltrato, que lo contó a través de la historia de una madre que sufre deprecios por culpa de su hijo, que agredió a su pareja. En su segundo agradeció el cariño que les presta Córdoba, que ha conseguido que "este sea punto de mi viaje al que siempre tenga que volver". La sesión prosiguió con Tú te fuistes pa la tumba..., que puso la emotivdad con dos sinceros homenajes hacia el reconocido fotógrafo Jaime Urbano, así como al pregonero de este carnaval y componente de dicha agrupación, Pepe Martínez. El ecuador de la función lo puso otra chirigota, Los trápalas. Estos mecánicos demostraron todo su "arte" con un animado repertorio, con dos letras reivindicativas sobre la custodia compartida de los hijos y la emigración de jóvenes que buscan empleo.

La segunda parte de la función arrancó con el cuarteto No hay que ser cabrón, que desde su palco de jurado promovieron su proyecto de crear un partido político y "apalancarse en el Ayuntamiento". Por su parte, la chirigota de Cañete de las Torres, Esto está perdío --primer premio en el IV COAC Ciudad de Montoro-- mostró con orgullo su taberna añeja, pero también lanzaron su dardo hacia el obispo Demetrio Fernández. Generaron una gran expectación. La penúltima actuación llegó con la comparsa Filigrana, que volvió a poner brillo y elegancia a la sesión con un canto a la esperanza y a la vida, así como una letra crítica con el acoso escolar a raíz del suicidio de Diego el pasado octubre.

La chirigota más esperada de Villarrasa (Huelva) --primer premio en el Concurso Colombino-- volvió a convertir el Gran Teatro en una fiesta donde muchos niños quisieron coger su regalo. Aunque una aficionada quiso el suyo en forma de vídeo mientras iluminaba los cambios de tipo que realiza esta agrupación a oscuras. Aun así, la magia de la cabalgata de Reyes siguió su curso a pleno rendimiento para hacer reír, sobre todo en su tanda de cuplés. Buen cierre de sesión para comenzar una nueva semana.