CAMBIO CLIMÁTICO

Tecnologías para las futuras ZBE

Un informe europeo sobre regulación del tráfico ofrece ideas que pueden aplicarse a las Zonas de Bajas Emisiones de Córdoba

La mayoría de los vehículos emigen gases de efecto invernadero.

La mayoría de los vehículos emigen gases de efecto invernadero. / CÓRDOBA

Muchas ciudades españolas y europeas se enfrentan a los problemas de contaminación y calidad del aire que provoca el tráfico rodado, responsable del 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero que inciden directamente en el cambio climático, según los expertos.

En este contexto, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, así como la Declaración de Emergencia Climática, entre otras normas, obliga a las 149 ciudades españolas de más de 50.000 habitantes, Córdoba incluida, a establecer antes del 2023 Zonas de Bajas Emisiones urbanas (ZBE, donde solo puedan acceder vehículos poco contaminantes) y planes de movilidad urbana sostenible para mitigar las emisiones de gas.

Esta obligación ha sido objeto de debate en las últimas fechas en la ciudad cordobesa porque el Ayuntamiento -al igual que en otras ciudades españolas- iniciaba este mes sin tener aún definidas estas ZBE, aunque lo que sí se hizo a finales de noviembre fue adjudicar un contrato de asistencia técnica para la redacción del proyecto de definición de estas zonas, donde se estima que el 75% del parque móvil cordobés no podría circular. Y esta semana arrancaba con la decisión del Ayuntamiento de hacer coincidir estas ZBE con las actuales áreas de circulación restringida o zonas Acire, donde solo se permite la circulación a un 7,5% de los vehículos cordobeses en función de varios criterios, sean más o menos contaminantes.

«Las zonas de restricción del tráfico aumentan el atractivo de las ciudades»

Relacionado con estos temas, EIT Urban Mobility, una iniciativa del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT), publicaba en octubre un estudio sobre la Regulación de acceso de vehículos urbanos: del diseño a la aplicación, que analiza esta problemática y casos de éxito de ciudades como Londres, Milán y Barcelona; realizando una serie de recomendaciones para la correcta implantación de estos modelos de regulación que podrían aplicarse a ciudades como Córdoba.

En líneas generales, el informe apunta la importancia del uso de las nuevas tecnologías disponibles y de la participación ciudadana, y destaca el papel que tienen las zonas de regulación «para reducir la contaminación atmosférica y mejorar la calidad del aire, disminuir la congestión de tráfico, y mejorar la seguridad vial». Además, las zonas de restricción de tráfico «aumentan el atractivo de las ciudades y mejoran la habitabilidad en las zonas urbanas mediante la gestión del espacio público», idea que, aplicada al caso cordobés, apunta no solo a los residentes en la ciudad, sino también al sector turístico.

Pero ¿qué posible modelo de restricción de tráfico y ZBE serían los más adecuados para Córdoba? Lógicamente, el estudio no da una respuesta concreta, pero sí establece dos ideas a tener en cuenta: el objetivo que se quiera conseguir y el tipo de vehículos a los que va a afectar, «un desafío clave para los responsables municipales», se afirma.

El Ayuntamiento de Córdoba plantea que las nuevas ZBE coincidan con las zonas Acire.

El Ayuntamiento cordobés plantea que las nuevas ZBE coincidan con las zonas Acire. / Manuel Murillo

Asimismo, hace un repaso por las diferentes opciones tecnológicas que existen para implementar estos modelos, incluido el reconocimiento automático de matrículas (ANPR), la comunicación de corto alcance (DSCR) y el Sistema Mundial de Navegación por Satélite (GNSS), entre otros. Qué tecnología aplicar depende del tipo de regulación que se quiera poner en marcha, del tamaño de la ciudad, del objetivo principal y de las características del propio parqué movil público y privado.

Entre otras, el informe apunta una posible solución basada en el pago por contaminación, usando las citadas tecnologías, como medida disuasoria. Estas tasas y tarifas de los conductores pueden depender de la hora del día (hora punta), del tipo de vehículo, de la distancia recorrida y del nivel de emisiones de CO2 del vehículo en cuestión. A más contaminación, más tasa.

Se resalta la importancia de la participación ciudadana en la toma de decisiones

Asimismo, el informe resalta la importancia de la participación ciudadana, ya que «a lo largo del proceso es muy importante contar con la participación de los ciudadanos para conocer las necesidades particulares de algunos colectivos y garantizar que todas las voces estén representadas». En el caso de Córdoba, no sólo los ciudadanos que viven en las posibles zonas afectadas, sino también otros colectivos como el transporte de mercancías, de viajeros y el sector del taxi.

En definitiva, ideas que pueden ponerse en marcha en Córdoba para, además de cumplir con la ley a contrarreloj, sumarse al conjunto de ciudades europeas que han aumentado las zonas restringidas al tráfico, que se han incrementado en Europa un 40% en los últimos tres años, según este informe.