Al igual que las playas cuentan con las conocidas banderas azules que certifican su calidad, los colegios andaluces cuentan con sus particulares banderas verdes que demuestran su compromiso con la educación ambiental y la sostenibilidad. Se trata de la Bandera Verde Ecoescuela, que el colegio cordobés Séneca acaba de renovar, siendo el único centro de la provincia que ha recibido esta distinción del conjunto de solicitudes registradas por la Consejería de Educación y Deporte en los dos últimos cursos, junto a otros 22 colegios de otras provincias andaluzas.

Esta distinción forma parte de una iniciativa que tiene como finalidad impulsar un proyecto integral de transformación medioambiental, mediante una investigación participativa con el alumnado como protagonista, implicando a toda la comunidad educativa, además de crear una red de centros educativos donde se favorezcan los intercambios y la cooperación, según indicaba la Junta la pasada semana al informar de la concesión de estas banderas a 23 centros educativos andaluces, 17 correspondientes a candidaturas presentadas en el curso 2019/2020 que no pudieron resolverse por la situación excepcional motivada por el Covid-19, y seis pertenecientes a este curso.

En concreto, el Programa para la innovación Educativa Aldea, en su modalidad Red Andaluza de Ecoescuelas, está desarrollado por la Consejería de Educación y Deporte, en colaboración con la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible; y se trata de un programa de ámbito internacional coordinado por la Fundación Europea de Educación Ambiental (FEE), y desarrollado en España por ADEAC (Asociación de Educación Ambiental y el Consumidor, miembro de FEE).

En el día a día | El compromiso medioambiental está presente en la mayoría de las iniciativas del Séneca. CÓRDOBA

En este marco, y en reconocimiento a aquellos centros que consiguen determinados niveles de mejora y compromiso, el programa Ecoescuelas contempla la concesión por un periodo de tres años del Galardón Internacional Bandera Verde, una distinción que identifica a aquellos centros educativos que son un modelo de coherencia ambiental, y que en el caso de la provincia de Córdoba existen tan solo ocho centros que disponen de ella, tres de ellos en la capital. Entre los pioneros, el colegio concertado Séneca, implicado en cuestiones medioambientales desde el año 1998 y que obtuvo su primera Bandera Verde, que acaba ahora de renovar hasta el 2024, en el 2016, según explica el director de este centro, Juan Carlos Castro.

Esta bandera no sólo significa que las cuestiones medioambientales están presentes de manera transversal en las enseñanzas curriculares de sus 700 estudiantes de Infantil, Primaria y Secundaria; sino que también el centro lleva a cabo una serie de medidas en su funcionamiento diario y cuenta con unas instalaciones que exceden los propios requisitos exigidos por la propia normativa medioambiental.

Así, y según explica su director, la concesión de este distintivo supone que el centro realiza un control de sus residuos, desarrolla políticas de eficiencia y ahorro de agua y energía, hace un uso sostenible de sus patios e instalaciones, utiliza tan solo materiales reciclados en sus aulas, e implica también en ello a las familias de sus alumnos.

No obstante, y como afirma Juan Carlos Castro, lo más importante son los propios alumnos, en cuyo desarrollo curricular y en todas las asignaturas «tienen su parte medioambiental, dando lugar a un grado de conocimiento, concienciación y compromiso ambiental que trasladan a sus propias familias».

A manera de ejemplo, y teniendo en cuenta que el colegio Séneca está gestionado por una cooperativa de enseñanza, el centro también ha desarrollado este curso el programa Innicia que fomenta la cultura del emprendimiento, que se ha impartido también bajo el prisma verde, dando como resultado la creación de proyectos de cooperativas por parte de sus alumnos de Secundaria relacionados con el sector medioambiental.

Además, bajo la Bandera Verde se pretende asimismo impulsar desde el centro educativo un proyecto de cambios y mejoras, tanto a nivel ecológico como social, fomentar el trabajo en equipo, y promover la cooperación mutua entre el centro y su entorno más inmediato.

En definitiva, un buen ejemplo de cómo a través de la educación se puede formar y concienciar a los niños y jóvenes sobre la importancia de respetar el medioambiente. Estudiantes de hoy que mañana serán los responsables de salvar el planeta.