Depuración de aguas mediante el uso de semillas y plantas macrófitas (una variedad de plantas acuáticas) para ofrecer una solución natural, sostenible y alternativa a la depuración con productos y agentes químicos. Este es el objetivo del proyecto de I+D+i que está desarrollando la empresa cordobesa Cantueso Natural Seeds, situada en Córdoba capital -en la carretera de Palma del Río, camino hacia Villarrubia- para conseguir un mecanismo eficaz y eficiente técnicamente para la llamada fitodepuración.

No en vano, y como explica el director de esta empresa, José Ángel Cantueso, las plantas macrófitas absorben metales pesados y materia orgánica de carácter contaminante, a través de un proceso de depuración biológico y natural. Además, su uso permite abaratar costes, frente a otros sistemas que requieren más obras de ingeniería y mantenimiento posterior.

Asimismo, otra de las claves sostenibles de este proyecto es que se sustenta en el uso de semillas de plantas silvestres autóctonas, sobre las que giran también la propia actividad de recolección y producción de semillas de esta empresa familiar creada en el 2007, que desde entonces con certificación ecológica, procedentes tanto de árboles, arbustos, aromáticas, herbáceas, etc.

«Con este tipo de plantas queremos dar solución de una manera sostenible e integradora a la necesaria y cada vez más exigente legislación comunitaria en materia de depuración de aguas, poniendo paralelamente en valor los recursos naturales autóctonos de carácter botánico», asegura José Ángel Cantueso, director de la firma.

Unos recursos que, según destaca Cantueso, siguen siendo poco conocidos por la gran mayoría de la sociedad, «pero pueden ayudar a dar soluciones sostenibles y de biodiversidad a muchos ámbitos de actuación y de desarrollo medioambiental».

Entre ellos, la citada fitodepuración de aguas en núcleos urbanos y en algunas industrias, favoreciendo paralelamente la creación de vida y biodiversidad, en línea con las directrices marcadas por la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

Las semillas de plantas autóctonas son la base de la creación de islas de biodiversidad. CÓRDOBA

Por otro lado, esta empresa cordobesa también viene desarrollando diferentes proyectos a través del uso de este tipo de especies, junto con otras similares también propias de ecosistemas acuáticos, para la creación de plataformas e islas de biodiversidad, que, además de crear biodiversidad de flora, sirven para dar cobijo a la fauna acuática silvestre.

Algunos de estos proyectos están enmarcados en la llamada arquitectura bioclimática o jardinería urbana, que busca la naturalización de los espacios urbanos a través de la creación de praderas naturales con plantas y flores silvestres, y también la creación de muros y tejados verdes con este tipo de plantas adaptadas a la climatología local «que doten de vegetación y vida las ciudades y que además permitan suavizar entorno a 4-5 grados las edificaciones donde se establecen», explica José Ángel Cantueso.

Todo ello sin olvidar la agricultura, un sector de singular importancia en economías como la de la provincia de Córdoba, haciéndola más sostenible y responsable en el cuidado del medio ambiente a través del desarrollo y la creación de cubiertas vegetales con plantas autóctonas para el control de la erosión y la pérdida de suelo fértil. «En este marco, también estamos trabajando en la creación de márgenes o linderos de polinización e islas de biodiversidad en diferentes cultivos para la atracción de abejas y otros insectos polinizadores». Una línea que los expertos apuntan que es fundamental para el futuro de la agricultura cordobesa y andaluza (y también española y europea), como así indica el nuevo marco de la Política Agraria Común (PAC) que entrará en vigor en el año 2023.

Por último, y en el marco de la llamada economía circular, esta empresa está también trabajando en la obtención de un nuevo producto a través de la valorización de los subproductos que genera su actividad (hojas y restos vegetales) y que se obtiene después de la extracción de sus semillas, destilación y envase de sus esencias naturales, para obtener hidrolatos (aguas florales) y jabones que pueden tener una nueva aplicación en diferentes usos terapéuticos.

En definitiva, una empresa cordobesa centrada en sacar partido a la variedad botánica autóctona, contribuyendo así a la sostenibilidad y a la lucha contra el cambio climático.