La Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía publicó en el BOJA del pasado 17 de julio la resolución del 9 de ese mismo mes de la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental, por la que se incoa el procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, en la categoría de mueble, el ara del obispo Bacauda, ubicada en la iglesia de San Juan Bautista del Cerro.

Esta pieza, descubierta en 1550 de manera casual en el paraje denominado El Campillo y reutilizada como soporte de pila bautismal desde el siglo XVI en la iglesia de San Juan Bautista del Cerro, es de piedra caliza y en origen fue utilizada en época romana.

Tiene unas dimensiones de 1,32 por 0,42 metros y treinta centímetros de ancho, siendo reutilizada en época visigoda, con inscripciones realizadas en el siglo VII sobre la fundación y consagración de la basílica de Santa María por el obispo Bacauda en la ciudad de Egabro el 31 de mayo del año 660.

El pasado año, la pieza fue objeto de una gran polémica sobre su protección patrimonial, ya que fue usada como base del altar de la iglesia de San Juan de Dios, motivando su traslado al Museo Arqueológico Municipal de Cabra para ser examinada por técnicos cualificados en restauración para establecer las patologías existentes y elaborar una propuesta de limpieza y consolidación de la misma.

EL INFORME

Según aquel informe, tras el desmonte de la mesa de altar de la iglesia de San Juan Bautista del Cerro el 22 de agosto del 2019 y la extracción de dicha pieza arqueológica de la misma, en un primer examen de la pieza se observó «que solo había sido objeto de una afección relativamente reciente en la parte superior, según el párroco José Antonio Jiménez Cabello, para la limpieza de chicles, quemaduras de cigarros y garabatos hechos con rotulador». También se pudo observar que toda esa superficie superior estaba impregnada de silicona, «tal vez del momento en que la inscripción fue reubicada como altar y protegida por una urna de metacrilato sin ventilación alguna, circunstancia que, tal vez, podría dar lugar a la aparición de microorganismos».

Según el informe de la delegación de Cultura, la rotura que se observó en su parte central no era reciente, según pudo deducirse de fotografías antiguas, afectando a toda la pieza y, «aunque se mueven levemente las dos partes, parece que están unidas con algún tipo de perno cuyo material desconocemos y, por tanto, si puede afectar de alguna forma en el futuro a la integridad de la misma».

La pieza fue devuelta el 11 de septiembre del 2019, con la presencia de distintos responsables técnicos tanto de la Delegación de Cultura como del obispado de Córdoba, el director del Museo Arqueológico de Cabra y el párroco de la iglesia de la Asunción y Ángeles, a la iglesia de San Juan Bautista a requerimiento de la propia Junta de Andalucía.

La aprobación del expediente para la incoación de esta pieza se inició el 13 de septiembre del 2019, tras su aprobación por la Comisión Provincial de Patrimonio, tras pasar 21 años desde que se iniciara el expediente para su declaración, como señaló en ese momento la delegada territorial de Cultura y Patrimonio, Cristina Casanueva.

En esa misma Comisión Provincial de Patrimonio también se aprobó iniciar el procedimiento para la declaración como BIC del mausoleo de la vizcondesa de Termens que se encuentra en la Fundación Termens. Es una obra del escultor decimonónico valenciando Mariano Benlliure y cuya declaración ha sido impulsada por el Consistorio con la colaboración de las Hijas de la Caridad.