Cabra y los egabrenses se despiertan cada mañana con el deseo de salir de una pesadilla que, al igual que el resto de mortales, viene marcada por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, el Covid-19.

Una pandemia que si bien está marcando su ritmo vital, en nuestra ciudad tiene un antes y un después, no solo desde que se decretara el estado de alarma el pasado 14 de mazo por el Gobierno central, sino desde que dos días antes, tras una reunión con los responsables del Área Sanitaria Sur de Córdoba, el alcalde Fernando Priego, acompañado de los portavoces de los grupos municipales y la delegada municipal de Sanidad, Pilar López, informara en una muy concurrida comparecencia de prensa que una trabajadora municipal, Ana R.S., había dado positivo en el test pertinente y que se encontraba hospitalizada en el Infanta Margarita. Una información que sobrecogió a todos y que nos aproximó a una realidad que hasta ese momento creíamos tener alejada.

Desde ese instante y tras el decreto estatal, se produjo una cadena de suspensiones de reuniones y citas urgentes de la Alcaldía y una limitación de la actividad institucional municiplal que canceló un sinfín de actos previstos, no solo desde distintas delegaciones municipales sino también de distintas entidades, colectivos y asociaciones. Todo ello vino acompañado del cierre de servicios y espacios no sólo de titularidad privada sino también públicos, como el Cinestudio Municipal, la caja escénica del Teatro El Jardinito, los cursos de la Cátedra Intergeneracional, los centros cívicos, las bibliotecas, las salas de exposiciones y los talleres comunitarios, entre otros.

El cierre también afectó al santuario de la Virgen de la Sierra, siguiendo el acuerdo de su Real Archicofradía.

Todas esta suspensiones afectaron al pregón y a la procesión que con motivo de la festividad de San Rodrigo Mártir, patrón de Cabra, el 13 de marzo, estaban en la agenda para esos días. Al igual que también ocurrió con el pregón de la Semana Santa y los pasos procesionales.

Todo ello ha estado acompañado de una serie de labores de higiene y de limpieza de todos los edificios municipales y de la vía pública, que bajo la coordinación de las delegaciones municipales de Agricultura y de Medio Ambiente, llevan a cabo la empresa Ferrovial Servicios y agricultores que con tractores y atomizadores realizan la laor de forma voluntaria.

Al mismo tiempo, iniciativas y acciones solidarias de todo tipo van surgiendo cada día. Desde cómo ponerse manos a la obra para confecionar mascarillas, incluso en 3D, hasta los aplausos en los balcones que cada tarde a las 20:00 horas se van sumando en apoyo a todos aquellos que con su trabajo, están en contacto directo con los afectados, sin olvidar la donación que Bingling Zhu, dueño de un bazar chino, hizo al consistorio de mascarillas, guantes y material desinfectante y que fue recogida por una dotación de la Policía Local.

La labor la de los agentes de la Policía Local junto a la nacional en el casco urbano y a la de la Guardia Civil en carreteras y en la zona rural, tratan de hacer cumplir las indicaciones cursadas para que se cumpla el confinamiento de los ciudadanos en sus domicilios y no se transite sin una causa sobradamente justificada. Una presencia la ciudadana en las calles, que a medida que van pasando los días, va descendiendo considerablemente.

Y en todo esto llegó un respiro y un alivio, por el que toda la ciudad, mostró su satisfacción. El alta hospitalaria de Ana R.S. el 18 de marzo y cuyo mensaje de agradecimiento por la preocupación que todos los ciudadanos tuvieron por ella, lo hizo llegar a través de un audio donde señalaba que «ante todo, quisiera dar las gracias por todo vuestro interés, vuestros mensajes de ánimo, no me he sentido sola en ningún momento»,

A esto añadía: «por supuesto, un agradecimiento especial a todo el personal del hospital, sobre todo, al que me ha atendido».